Recetas caseras contra las agujetas

Las pequeñas roturas fibrilares que aparecen luego de hacer ejercicio son el lado negativo del proceso que hace que los músculos crezcan y mejoren. Consejos para aliviar los síntomas...

El dolor aparece, en general, en personas que no están acostumbradas a hacer
entrenamiento físico. También puede surgir cuando se pasa de un deporte suave a
uno más intenso o cuando el individuo se reincorpora a la actividad luego de
haber estado mucho tiempo ausente.


Pasadas unas horas de efectuado el ejercicio, aparecen las molestas
agujetas,
esos molestos pinchazos que se asemejan el pinchazo de una aguja.


Algunos de los consejos que podemos ofrecer para atenuar el dolor son:


1.- Aplicar frío en la zona afectada para reducir la inflamación. Sumergir la
articulación adolorida en una palangana con agua con hielo es una buena
alternativa para
disminuir el dolor.


2.- El ejercicio continuo hará que de a poco las agujetas disminuyan hasta no
aparecer más. El descanso o la interrupción del ejercicio durante varios días,
solamente hará que éstas vuelvan a aparecer con más fuerza cuando se retoma a
actividad.


3.- Si no se está acostumbrado a hacer deporte o no se lo practica de modo
rutinario, siempre es mejor hacer ejercicio suave. No es bueno comenzar a
practicar deporte con intensidad.


Se aconseja iniciarse con pocos minutos al día de ejercicio físico y a la semana
siguiente ir sumando cinco minutos más.


4.- No olvidar realizar ejercicios de estiramiento antes y después de la
actividad física.


5.- Para atenuar los síntomas de las agujetas, se puede mezclar una cucharada de
azúcar con otra cucharada de zumo de limón y otra de bicarbonato de sodio.
Incorporar estos ingredientes en un litro de agua y beber durante se lleva a
cabo el ejercicio físico. También se recomienda beber este líquido hasta una
hora de terminada la actividad.


6.- La vitamina C mezclada con bromalina reducen las agujetas. Se aconseja
entonces, mezclar el zumo de una naranja y de piña y beber varias veces al día.


7.- Colocar un puñado de tomillo en un litro de agua. Hervir y dejar reposar
unos minutos. Verter esta infusión en una bañera con agua caliente e
introducirse dentro. Antes de salir, es conveniente aplicar unos cuantos chorros
de agua fría para desinflamar.


8.- Mezclar una cucharada de aceite de oliva con cinco gotas de aceite esencial
de lavanda. Masajear suavemente la zona afectada. Estos dos ingredientes actúan
como un poderoso relajante muscular.

Nick Nilsson, autor de "Los
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