Es a partir del cuarto mes cuando la mujer comienza a
ganar peso. Tenerlo bajo
control es clave para evitar preocupaciones e imprevistos durante el parto. La
mejor manera de conseguir aumentar solamente los kilos necesarios es la
prevención.

Entre las sugerencias más importantes, podemos destacar:

1.- Respetar todas las comidas: saltarse un almuerzo o un desayuno no ayudará a
adelgazar sino que con esta actitud solamente se conseguirá sentirse físicamente
más cansada y seguramente se coma más cantidad en las restantes comidas.

Una mujer embarazada nunca debe saltarse el desayuno.

2.- Comer despacio: la prisa no es una buena compañía durante el embarazo.
Disfrutar de cada alimento es indispensable para saber cuándo se está lleno.

La hidratación también es muy importante. Beber agua ayuda a estar bien por
dentro y a no sentir
hambre en exceso.

3.- Los gustos pueden existir siempre con moderación: si hay una comida o un
dulce que se desea mucho, y si el médico lo permite, no hay por qué aguantarse
las ganas. Solamente hay que comer con prudencia y precaución.

4.- No tomar decisiones sin consultar al médico: muchas mujeres embarazadas
deciden por cuenta propia comenzar una dieta. Cualquier régimen durante la
gestación está contraindicado.

Es el especialista quien puede determinar qué alimentos se deben o no consumir.

5- Disminuir el consumo de productos azucarados será de gran beneficio. Evitar
la cafeína, el té y las bebidas gaseosas. Incorporar frutas y verduras a la
alimentación de todos los días. De este modo se evitarán las deficiencias
nutricionales.

6.- Es conveniente tener cuidado con los condimentos. Lo ideal es evitar la sal
y reemplazarla con limón. De este modo se evitará retener líquido lo que hace
que también se gane en peso.

7.- Si el médico lo autoriza, realizar un poco de actividad física ayuda no
solamente a mantenerse en forma sino a disminuir la ansiedad y las ganas de
comer entre horas.

Llevar una dieta sana antes de quedar en embarazo es la mejor decisión para que
luego no cueste tanto adaptarse a los cambios que puedan tener que hacerse en la
dieta de todos los días.

Una vez se ha dado a luz es importante continuar con un hábito saludable en
cuanto a alimentación para poder bajar rápido de peso y contribuir a la buena
nutrición del bebé durante la lactancia.

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