Existe una amplia gama en cuanto a tejidos y tonos. Sin duda, el estampado
floral es un clásico que nunca permanecerá al margen ya que se adapta muy bien a
diversas clases de prendas.
Los pañuelos o fulares con estampado en
animal print también destacan esta
temporada y ayudan a resaltar un look tradicional o demasiado sobrio.
Las bufandas de punto o los cuellos reversibles son otras de las opciones.
“Los cuellos son muy prácticos. Los pueden utilizar los niños y cualquier
persona que quiera salir a la calle cómoda.
La ventaja de este complemento es que no se pierde ni se deshace como una
bufanda que puede perderse o con el viento desacomodarse del abrigo.
Por eso es un accesorio que se distingue por su practicidad y es una de las
mejores compras que puede hacer una madre si tiene niños”, determina la
diseñadora de modas española Rut Carreras Banqué.
Los cuellos de punto a los que se pueden dar varias vueltas también son muy
prácticos para quienes deben permanecer muchas horas al aire libre o incluso
para quienes hagan algo de deporte ya que no solamente protegen la garganta sino
que no obstaculizan el normal desarrollo de las actividades que deban
desarrollarse.
Los pañuelos de seda o gasa son meramente decorativos. “No abrigan mucho,
pero si le otorgan elegancia al vestuario. Pueden encontrarse lisos o
estampados, en colores intensos o pasteles.
La elección dependerá de cada mujer. En general son cortos, se llevan
anudados al cuello y pueden lucirse en invierno y en verano”, destaca la
profesional.
Si lo que se desea es conseguir un look más urbano, nada mejor que los fulares o
bufandas en colores tierra o verde.
Pueden llevarse de muchas maneras distintas ya que estos dos complementos se
destacan por ser muy largos y adaptarse a diferentes estilos. Solamente hay que
tener un poco de creatividad para poder usarlos de muchas maneras distintas y
así poder lograr siempre un look diferente y renovador.
Existen también los fulares estilo collage que se caracterizan por integrar
varios estilos en un solo complemento. Se combina así un look étnico, con flores
o con rayas para conseguir un diseño divertido, colorido y jovial. Ideal para
los estudiantes.
“En este caso es importante mantener un vestuario más delicado y sobrio”,
aconseja la especialista.
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