El concepto de asertividad
era sólo patrimonio de psicólogos y otros
profesionales especializados hasta no hace demasiados años. Fue la psicología
aplicada a la empresa quien vulgarizó el término, que ya es tan común para todos
a día de hoy.
La palabra asertivo quiere decir “afirmación de la certeza de una cosa”; de ahí
puede deducirse que asertivo es aquella persona que afirma con certeza.
La asertividad es un modelo de relación interpersonal que consiste en conocer
los propios derechos y defenderlos, respetando a los demás; tiene como premisa
fundamental que toda persona posee derechos básicos o derechos asertivos.
En el artículo de hoy vamos a tratar 3 puntos que pueden ayudarte a que tu
asertividad sea más fuerte, y apoyarte para ser fiel a ti misma subiendo tu
autoestima.
1.- Pide explicaciones cuando te pidan que hagas algo
No importa si se trata de tu pareja, un familiar, un amigo o alguien en el
trabajo. Tienes derecho a saber porqué los demás demandan tu tiempo y tu
esfuerzo. Naturalmente a tu jefe no puedes exigirle una respuesta, pero claro
que sí puedes preguntarle educadamente el motivo.
Es importante ser asertivo y pedir explicaciones, ya que callar y hacer lo que
te han pedido es un signo de sumisión, que hará que los demás te mangoneen en el
futuro. Hazte valer, es importante para tu autoestima y además Tienes derecho a
ello.
2.- Expresa tu disgusto cuando una situación te desagrade
Si algo o alguien te molesta, hazlo saber. Aunque normalmente te calles pensando
que lo haces para evitar conflictos o no herir sentimientos, la realidad es que
hay altas probabilidades de que el problema venga de ti, de tu miedo a enfrentar
esos conflictos. Si lo reconoces, podrás dar el primer paso. En la primera
oportunidad que tengas, utiliza tu asertividad.
Expresa tu desagrado de manera educada, y verás como no dejarán de quererte por
eso. Eso si, ten mucho cuidado para que los nervios no te traicionen, y cuida tu
lenguaje corporal poniendo atención a tu tono de voz, y estando atenta a que tus
músculos no estén rígidos incluidos los de la cara, sonríe.
3.- Aprende a decir No
Para mí, esto es la base de la asertividad. La persona que mantiene su opinión y
su voluntad diciendo no cuando así lo siente, suele en general tener una
asertividad muy sana y fuerte. Es capaz de expresar su opinión y gustos con
facilidad, y de relacionarse con todo tipo de personas con soltura.
Es malo para tu autoestima ceder cuando ya has dicho “no”, sólo porque te
insisten o te presionan. Sería diferente si te han dado argumentos que te han
hecho cambiar de opinión, entonces estaría muy bien que cedieras.
Pero si no es el caso, piensa que tu opinión es la válida para ti y mantenla con
una sonrisa, te digan lo que te digan. No aceptes ni presiones ni chantajes
emocionales.
Es vital que vivas tu vida tomando tus propias decisiones. Aprende a tener una
buena asertividad y confiarás más en ti, subirás tu autoestima y podrás ser tú
misma en todo momento sintiendo que te respetas y te haces respetar.
“La asertividad… está diseñada para defenderse inteligentemente. Cuando la
ponemos al servicio de fines nobles, la asertividad no sólo se convierte
en un instrumento de salvaguardia personal, sino que nos dignifica.” Walter Riso
Por Marta Morón
www.mujerlider.es
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