Mantener un ritmo
económico de vida no es tarea sencilla. Una vez que se ha alcanzado cierto
nivel, conservarlo puede resultar muy complejo y no siempre depende de uno.
“Las crisis económicas, la
reducción de salario o la pérdida de la fuente laboral son factores que influyen
mucho a la hora de mantener un equilibrio y un estado de armonía en cuanto a
dinero se refiere”,
determina el economista argentino Gonzalo Abadía.
Sin embargo, estos motivos
no son los únicos que pueden desestabilizar las finanzas de una persona. “La
falta de horizonte y la ambición son dos aspectos que hay que considerar porque
pueden jugar en contra.
Sobre todo, si se ha
adquirido un nivel de vida determinado que obliga a mantener una postura
económica elevada y se debe cumplir con compromisos adquiridos.
Las deudas son, para la
mayoría de las familias de clase media, un mal necesario, pero hay que tener
mucho cuidado y no asumir más de lo que realmente se puede.
Siempre hay que tener una
visión precavida y guardar un ahorro intocable para poder utilizar en caso de
necesidad y urgencia”,
aconseja el especialista.
Consejos
para distribuir bien el ingreso:
1.- Establecer las
prioridades. “Hay
gastos fijos que hay que cubrir de modo obligatorio. Dependerá de cada
familia saber cuáles son estas responsabilidades”, recomienda el
profesional.
Se aconseja realizar una
lista con los gastos del mes para saber a cuánto asciende la suma de dinero con
la que hay que contar y así tener una idea muy concreta del capital necesario.
2.- Si las deudas
adquiridas sobrepasan la capacidad de pago, “hay que dirigirse a la entidad
bancaria para saber si es posible refinanciarlas.
De este modo se podrá
disponer de más efectivo, aunque las cuotas de pago para que sean más
accesibles, se alarguen en el tiempo”,
explica el especialista.
3.- Hay que tener cuidado
con los gastos innecesarios. “Muchos de los gastos que se efectúan al mes no
son necesarios.
Cuando es necesario
gestionar mejor los ingresos hay que mantener una postura racional y no dejarse
tentar por los caprichos o las debilidades.
A veces, es conveniente
dejar de lado los gastos superficiales como salidas a cenar afuera o compras
superfluas que se van sumando y al final de mes nos damos cuenta que hemos
gastado más de la cuenta en actividades innecesarias ya que la suma de pequeños
gastos son los que más desajustan la rutina financiera”,
destaca el economista.
4.- La
cultura del ahorro es muy importante. “La persona que logra conservar una
parte de sus ingresos y destinarla al ahorro, raramente tengan problemas para
llegar a fin de mes.
Todo es cuestión de
organizarse y de saber distribuir el ingreso que tenemos de la mejor manera
posible”,
finaliza diciendo el experto.