1. Un arco iris en el desierto, Rajasthan, India
Puede ser seco, pero eso no significa que no sea colorido:
Rajasthan entusiasma con los colores del arco iris de cien mil saris brillantes.
Hoy en día ya instalado firmemente en la ruta turística, el más deslumbrante de los estados de la India es un buen destino en este subcontinente para las familias, con sus hoteles de alto nivel y su sencilla red de transporte.
Puede vivir un cuento de hadas en el laberíntico casco antiguo de Jaisalmer; vagar por la ciudad azul de Jodhpur o los palacios de oro de los gobernantes de antaño.
Los niños no pueden evitar sentirse deslumbrados por la amplitud de opciones de transporte (desde elefantes y camellos hasta “rickshaws”), las vistas, los sonidos y los olores que les dan la bienvenida en cada lugar.
2. Papá Noel y sus 1.001 renos, Laponia
La Navidad no es Navidad sin
Papá Noel y una docena de renos, y no hay mejor lugar para disfrutar de todas estas chucherías que en la Laponia finlandesa.
Muy al norte del Círculo Polar Ártico, ofrece todo el combo completo de paseos en trineo, la casa oficial de Papá Noel y su oficina de correos, altísimos pinos, hoteles de hielo y las luces del norte.
Puede alojarse en Rovaniemi; cuando se canse de todas las cosas de Navidad, puede hacer un poco de saltos de esquí o puede pasar un rato en una acogedora sala de sauna, y luego sí manejar por las rutas nevadas hasta la tierra de Santa Claus.
Eso sí, no deje que sus hijos vean que, en muchos menúes de restaurantes, se incluye la carne de reno, porque probablemente sea algo perturbador saber que se están comiendo Rudolph.
3. Viva Lego, Copenhague, Dinamarca
La capital de Dinamarca es un gran destino para unas cortas vacaciones familiares. Comience con una visita a la estatua de “la Sirenita” de Andersen, luego vaya al gran “Tivoli Gardens”, cuyo recinto ferial ha deleitado a los niños desde 1843.
Los adolescentes (y sus padres) probablemente se sientan intrigados por el ambiente alternativo de Christiania, mientras que para los arquitectos aficionados Legoland es una buena alternativa, con sus múltiples estructuras multicolores.
4. Explorando los oasis, Omán
El vecino menos conocido de los Emiratos Árabes Unidos, Omán es el lugar perfecto para una escapada familiar inusual, con sus aguas costeras, sus grandes hoteles aptos para niños, las atractivas dunas del desierto y los climas tropicales.
Puede parar en Muscat y pasear por una ciudad costera tradicional, y luego dirigirse hacia el desierto para un trekking familiar con camellos y acampar al estilo beduino.
Puede descansar en las playas de la región de Sharkiya, parando en Sur para visitar la reserva de tortugas ubicada en las inmediaciones de Ras al-Jinz.
Siendo un país muy amable con los niños, en Omán sus hijos serán muy bien atendidos y recibidos con un “Ahlan wa salan” (hola y bienvenidos) que hará que su estadía en Medio Oriente sea feliz para todos.
5. Luces brillantes de la gran ciudad, Tokio, Japón
Los niños de todas las edades se vuelven locos al pasar unos días en este paraíso de juegos de toda clase de tecnología.
A los niños pequeños les va a encantar la variedad de productos de Hello Kitty de todo tipo, mientras que a otros los fascinarán los productos de Dragon ball.
Los niños más grandes probablemente se sentirán atraídos por los cosplayers, los adolescentes de
Tokio que se visten como sus personajes de manga favoritos.
Los verdaderos amantes de Kitty no deben perderse una visita extraña y maravillosa a su "hogar" en Sanrio Puroland. Luego, pueden visitar el Observatorio de la Tokyo Tower desde la cual, en un día con
buena visibilidad, se puede ver todo el panorama hasta el Monte Fuji.
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