La
aparición de algún automóvil extraño o de algún individuo espiando por
alguna ventana, es motivo suficiente para advertir a la autoridad y a su vecino
(si se encuentra en casa), sobre el hecho. La señal más común de que algo está
ocurriendo, es un grito pidiendo auxilio, pero también existen otros indicios,
que no son tan obvios:
-Un
apersona mirando por la ventana de un auto estacionado, seguramente buscando un
teléfono celular, un bolso, reloj, estereo, o el auto mismo que robar.
-Un
ruido inusual. Las familias normalmente tienen horarios de movimiento y de paz,
si usted sospecha que todo está muy quieto o muy ruidoso en la casa de su
vecino, trate de observar desde lejos o llamarlo para ver si está todo bien.
-Si ve
camiones de mudanza o técnicos reparadores en una casa desocupada o momentáneamente
sin gente dentro, llame a la empresa , a los dueños o la inmobiliaria
inmediatamente. Si no tiene su número, llame a la policía.
-Los
autos abandonados son siempre una bandera roja. Siempre llegan ahí después de
algún robo y de haber sido despojados de todas sus partes vendibles. Si ve un
auto que no tiene dueño aparente, observe su patente y haga la denuncia.
Quizás
sea una buena medida, cerrar la visión de su jardín delantero, evitando la
intrusión de los extraños que circulan y previniendo, los llamados “actos de
inteligencia” en donde los delincuentes pasan entre tres y cuatro veces por el
lugar en donde “actuarán” para saber todos sus movimientos.
Los
criminales no trabajan cuando los están observando, se ocultan en el anonimato
para evitar ser descubiertos y poder seguir delinquiendo. El movimiento siempre
es un buen antídoto, que al contrario de la quietud, ahuyenta a los
oportunistas.
Con la
simple ubicación de una taza de café en la mesa que está debajo de la
ventana, al frente de la casa, usted podrá evitar un disgusto para usted y sus
vecinos.