“Hace 33 años que estamos casados. En la actualidad, para que la rutina no mate la relación, mi esposo me propone optimizarla. Me habla y además oigo que todo el mundo lo hace, de mis fantasías sexuales y yo no tengo ni las tuve nunca. Siento el peso de una estructura cultural que me aplasta, pero no se cómo hacer para de salir de ella”
Estas palabras se repiten en boca de miles de personas ante el "sexo rutinario", relaciones que pueden ser muy afectivas pero a las que les falta la pasión de los primeros tiempos.
Al ver apagarse ese fuego que supieron conseguir, se desconciertan ante la sucesión de relaciones sexuales sin “sabor”.
Esto no tiene nada que ver con querer o no a la pareja, y se da aún cuando el amor sea más fuerte que nunca. Es solo que al pasar el tiempo lo que era novedad ya no lo es y, para peor, se le suman la rutina y las obligaciones de la vida cotidiana.
Es en este punto donde las
fantasías vienen a cumplir su papel de recuperadoras del erotismo perdido.
¿Cómo?
1. Contrarrestando el
aburrimiento
2. Focalizando los pensamientos y sentimientos (borrando distracciones o presiones)
3. Mejorando nuestra propia imagen
4. Permitiendo que nos liberemos de las represiones y condicionantes sociales y culturales
Las fantasías son normales, son universales (todos las tenemos o podemos tenerlas) y son un elemento más de una vida sexual plena. Como todo lo que se relaciona con la sexualidad, la educación que recibimos, las pautas culturales y las represiones que tengamos inciden, y mucho.
No es que alguien no tenga (o no pueda tener) fantasías, sino que están escondidas y cuesta hacerlas aparecer. Esto solo puede hacerse de a poco, sin forzarlo y junto con su pareja.
Mediante las fantasías, se recrean escenas que pasaron y armamos otras con cosas que deseamos pero no hacemos, por que no nos atrevemos; o porque nos asustan; o porque simplemente queremos que permanezcan como fantasías.
Trate de "conectarse" con usted misma, en los momentos de mayor excitación, para "ver" que imágenes aparecen.
Otra posibilidad es ver en pareja alguna película erótica (no necesariamente pornográfica, que a veces perjudican mas de lo que ayudan), para tratar de "conectarse" con las situaciones o escenas que mas la excitan.
No olvide:
– Vaya de a poco
– No se fuerce
– Explore con cautela si su pareja será receptiva a lo que le cuente (una cosa es querer que usted le cuente fantasías, y otra cosa que este dispuesto a aceptar lo que le cuenta).
– En este sentido, tenga en cuenta una cosa: no es necesario decir todo, sino lo que el otro quiere escuchar (muchas veces pasa que una pareja en el fondo no quiere conocer las fantasías reales del otro, sino imaginar que comparte las propias!!).
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