Muchas parejas tienen
problemas de confianza. A veces, engaños de relaciones anteriores los hacen sospechar de su cónyuge.
A veces, tener padres que se engañaban nos hace pensar que todos son infieles. A
veces, ya ha habido situaciones en la pareja que nos hacen sospechar.
O hay sospechas de otro tipo de infidelidad, además de una relación física. Piense en
los engaños emocionales, infidelidades financieras o simples mentiras.
Todas
estas dudas pueden ser una gran carga para una persona. Él o ella puede querer
aliviar esta tortura. ¿Qué puede producir este alivio?
La verdad, o al menos eso
es lo que uno cree. Llegan a pensar que espiar a su pareja es la respuesta.
Espiar podría significar entrometerse en el negocio de su cónyuge. Podría mirar
su teléfono para ver sus mensajes de texto y el registro de sus llamadas, leer
sus mails o revolver sus cosas en busca de cualquier evidencia.
Usted puede
incluso contratar a un investigador privado para que siga a su pareja, tomarle
fotografías o incluso controlar su ubicación colocando dispositivos ocultos en
su vehículo.
Si bien contratar a un investigador privado puede parecer una medida extrema,
revisar la cartera de su esposa sin su conocimiento está a un paso de instalar
un sistema de seguimiento GPS en el auto familiar.
El punto es que en cualquier
caso está cometiendo una traición para probar (o refutar) una traición. Una vez
que usted comience a espiar, no podrá volver atrás.
Ya habrá violado la privacidad
del otro. Es por esto que la decisión de espiar a su pareja no puede
ser tomada a la ligera. Usted debe considerar si este es realmente el camino
correcto para usted.
Estas son algunas preguntas que debe hacerse antes de
espiar a su pareja:
1. ¿Qué tan seguro está de que su cónyuge ha cometido un grave error?
La gente dice que cuando su pareja lo está engañando o le está mintiendo,
simplemente lo siente en su instinto. Eso podría ser cierto.
Pero si va a
hacerle caso a su instinto y piensa que es razón suficiente para espiar, usted
debe pensarlo de nuevo. Después de todo, su instinto podría estar equivocado.
Entonces, ¿qué? Entonces, usted sería el único que estaría cometiendo una
traición, la de invadir la intimidad de su cónyuge.
Por otro lado, si usted
tiene muchas razones para creer que su pareja lo está engañando (cambia de tema
rápidamente, le miente sobre dónde ha estado, esconde su teléfono cuando recibe
extrañas llamadas nocturnas o se muestra emocionalmente distante) usted podría
considerar la opción del espionaje.
Aún así, debería considerar si vale la pena.
En primer lugar, mida las consecuencias. ¿Qué pasará si tiene razón y ella lo
está engañando?
¿Qué pasará si está equivocado y ella no lo engaña, pero se
entera de que usted dudaba y la estaba espiando?
Las respuestas a estas
preguntas deben desempeñar un papel importante para tomar la decisión de cómo
proceder.
2. Si está seguro, ¿por qué necesita la evidencia física?
Usted tiene que pensar si el espionaje es realmente necesario para llegar a la
verdad. Debe ser visto como un último recurso, porque el espionaje en sí mismo
es una violación de la confianza.
Y, como ya dije, no hay vuelta atrás una vez
que lo ha hecho. Usted puede sentir que necesita pruebas físicas para
convencerse.
En otras palabras, usted quiere poder presentarle la evidencia a su
pareja, para que él o ella ya no pueda mentir ni negar lo que está pasando.
También puede que ya haya decidido que el matrimonio ha terminado, y quiere
pruebas físicas para que el abogado pueda
realizar el divorcio.
Estas podrían
ser razones válidas. Pero tenga en cuenta que si usted decide espiar a su
pareja, hay una buena probabilidad de que usted cree un gran distanciamiento
entre los dos.
Si usted no necesita pruebas físicas, no espíe.
Francamente, usted debería poder hablar con su pareja sobre sus sospechas. Sea
diplomático, no acusador. Por ejemplo, diga: "Traté de llamarte la otra noche,
que te quedaste trabajando hasta tarde, pero no me atendías. ¿Qué pasó?".
Eso es
mejor que "¿Me estás engañando? ¿Por eso me dijiste que te quedaste trabajando
hasta tarde?". Recuerde que hablar es siempre mejor que el espionaje.
Luego, si
usted no está satisfecho con la respuesta obtenida y esto de trabajar hasta
tarde y no contestar el teléfono se convierte en un hábito, se podría justificar
el espionaje.
3. ¿Su matrimonio podría recuperarse del espionaje? ¿Por qué
si o por qué no?
Siempre existe la posibilidad de que usted esté equivocado y que su pareja no lo
esté engañando ni mintiéndole.
Antes de espiar, usted debe considerar qué
sucederá si usted decide que quiere mantener la relación después del espionaje.
¿Qué tan enojada se sentirá su pareja ante la invasión de su privacidad y su
falta de confianza? ¿Él/ella lo perdonará? ¿Cuánto tiempo le llevará perdonarlo?
Errar en estos cálculos podría significar el fin de su matrimonio. ¿Está
preparado para ello? Es mejor estar preparado para esa posibilidad antes de
comenzar el espionaje.
4. ¿Qué va a hacer si sus sospechas son correctas?
Así como usted debe tener en cuenta lo que pasará si sus sospechas son
incorrectas, también debe decidir qué va a hacer si al espiar descubre que tiene
razón.
¿Va a dejar a su pareja o va a seguir la relación? ¿Cómo va a reaccionar?
Debe prepararse emocionalmente para este resultado.
Aunque usted puede sentirse
aliviado finalmente al conocer la verdad, también va a sentir dolor y angustia.
Ser engañado por la persona que uno ama debe sentirse como un puñal en el
corazón, por lo que prepárese para esto si decide espiar.
5. ¿Qué le dice su instinto?
Muchas personas presienten en su instinto que su pareja
lo está engañando o mintiendo. Tenga en cuenta lo que su instinto le dice.
No se deje guiar únicamente por sus instintos, pero escuche lo que le dice. Esto puede
conducirlo a la verdad.
Podría generar que usted esté más atento en su relación
y se dé cuenta de ciertas cosas que podrían conducirlo a la verdad sin necesidad
de espiar.