Un producto Android funciona de maravilla al principio pero después de un tiempo
se empieza a hacer lento, ya sea por la falta de RAM o simplemente porque ya
cumplió con su ciclo de vida.
Sin embargo, existen maneras de solucionar el problema mediante algunos trucos
para que no te veas forzado a comprar otro.
1.- Restauración de fábrica
Instalas tantas apps que terminas con algunas que no necesitas. Corren en el
fondo sin que te enteres, consumiendo batería y recursos elementales.
Para regresar tu equipo a su estado de fábrica, entra a ajustes, pulsa en
“Realizar copia de seguridad” y elige “Restablecer valores” (esto puede variar
según el modelo).
Restaurar los valores de fábrica te dará la oportunidad de comenzar de nuevo,
por lo que se recomienda instalar únicamente las apps que realmente vas a
utilizar.
2.- Actualización de software
Puede que, aunque tu Android sea algo “viejo”, existan algunas actualizaciones
disponibles. Al instalarlas se puede mejorar la vida de la batería y solucionar
algunos errores en el sistema.
3.- Desactivar aplicaciones del sistema
La falta de RAM es una de las razones principales por las que el dispositivo
pierde rapidez. Las apps que corren en el fondo ocupan memoria y desactivar
aplicaciones del sistema contribuye notablemente a hacer tu teléfono sea más
veloz.
Esta función sólo se encuentra disponible en Android Jelly Bean 4.0 y superior.
Puedes hacerlo entrando “Administrador de aplicaciones“, en la sección de
ajustes, y luego deslizarte a la derecha a la pestaña de “Todo”.
Después pulsa en el nombre de la aplicación del sistema que quieras inhabilitar
y selecciona la opción “Desactivar”.
4.- Greenify
Greenify es una app que no puede faltar si tu dispositivo es muy antiguo – hay
que aclarar que requiere de root para funcionar. Básicamente, Greenify permite
hacer que algunas apps entren en modo hibernación y evitar que se gaste batería
innecesariamente.
5.- Hacer root y flashear un Custom ROM
Si todos los pasos de arriba no te convencen o no funcionan, puedes hacerle root
a tu equipo y flashear un Custom ROM.
Mientras que hacer root puede volverse en un proceso engorroso, el incremento en
la velocidad de tu teléfono valdrá la pena.
Además, con un Custom ROM tendrás acceso a funciones nuevas y dependiendo del
ROM, podrás disfrutar de una nueva versión de Android.
