Evite errores en la entrevista laboral

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La entrevista laboral es un momento decisivo, en el que no se pueden cometer errores...

Para encontrar al candidato ideal, el punto decisivo es la
entrevista, en la que se elegirá entre una gran cantidad de participantes la persona que mejor desarrollará las funciones y se adaptará al trabajo.

El contacto telefónico: La primera impresión

En los tiempos que corren la búsqueda de trabajo se ha transformado en todo un desafío. Tal vez tengamos la suerte de que nos llamen a la semana de haber enviado el primer
currículum o quizás un poco más tarde.

Lo cierto es que el primer contacto telefónico es un momento que nos llena de esperanzas y expectativas, así como de temores e inseguridades. 

El llamado tiene por finalidad acordar un encuentro para llevar a cabo una entrevista laboral, por lo tanto al momento de colgar debemos tener ciertos datos básicos en nuestro haber, como por ejemplo: el día y el horario de la entrevista, el lugar del encuentro, la localidad, algún teléfono para el caso que pueda surgirnos alguna complicación y el nombre de la persona que nos va a entrevistar. 

Si esta información no es dada espontáneamente por el interlocutor, es nuestra oportunidad para preguntar. Imaginemos un caso en donde alguien se olvide de preguntar el número de teléfono… ¿Cómo avisará luego de que un inconveniente o imprevisto lo está demorando o le impide concurrir?. 

No tengamos miedo de preguntar, todo lo que sepamos de la empresa o del puesto en cuestión previo al encuentro, será beneficioso para nosotros.

Es muy útil por ejemplo, visitar la página web de la empresa o conseguir alguna publicación de la misma (notas, revistas, publicidad, etcétera) para informarse dónde está ubicada, cuál es su dirección exacta y cuánto tiempo le llevará el viaje hasta el lugar. 

También es importante averiguar previamente cuál es el rubro al que se dedica, cuántos empleados tiene, qué tipo de contrato hace, y en cuanto al puesto, cómo se define, sus funciones, etcétera. 

El modo de hacer las preguntas es la primera impresión que damos al entrevistador, por eso es conveniente que el lenguaje utilizado sea formal y cuidadoso, pero que al mismo tiempo no pierda claridad.

Es igualmente fundamental, en el primer llamado, que las preguntas que se hagan se adecuen al contexto. Es decir, sin relevar demasiada información en ese momento, – a pesar de nuestra ansiedad – ya que precisamente nos están llamando para darnos la oportunidad de que lo hagamos luego. 

Todo en su justa medida, pues no nos vaya a suceder que por querer demostrar interés, demos una imagen de persona ansiosa, cargosa y plomiza. 

Otro aspecto a evaluar es la accesibilidad que brindamos. ¿Qué quiere decir esto?, simplemente detenerse a pensar por un instante qué facilidades le estamos dando a una persona que se quiere contactar con nosotros para que realmente pueda hacerlo. 

Uno suele escuchar por ahí : ¨No me llamaron nunca de ese aviso¨ . Y en una simple escucha, suena como una afirmación categórica, pero…

¿Y si esta persona estuvo navegando horas y horas por Internet en horario laboral? ¿Y si se fue de la casa y no dejó el contestador encendido?, ¿y si se va de viaje no dejando teléfonos alternativos para mensajes ?… Esto ya está dando al potencial empleador información acerca de cómo es esta persona (al menos que no es previsora). 

La Entrevista Laboral: Un momento decisivo

En primer lugar, debemos disipar la fantasía de que la entrevista laboral es unilateral, en donde el entrevistador nos bombardeará con preguntas difíciles y perniciosas. Nada más alejado de la realidad que esto, pues el encuentro debe ser una charla amena cuya finalidad es la de detectar al candidato más idóneo para ese puesto en particular. 

Se trata de una entrevista conocida con el nombre de semi-dirigida, ya que el consultor laboral empleará preguntas abiertas. Este tipo de preguntas inducen a un desarrollo en la respuesta; en contraposición con las cerradas, que sólo admiten un número, un dato, o un sí o un no a modo de contestación. 

La entrevista laboral también es focalizada, es decir que la temática se centra exclusivamente en evaluar la concordancia entre el perfil del candidato en cuestión y el del puesto vacante. 

Por lo general, se pide primero una exposición oral de lo escrito en el currículum para observar cómo defiende la persona lo que escribió en el papel. Aquí se analiza tanto la modalidad discursiva, como el lenguaje gestual y corporal del entrevistado, por eso es importante que cuidemos también nuestros modismos lingüísticos y gestuales. 

Es el momento indicado para hablar de nuestros conocimientos, estudios y experiencias laborales; siendo muy oportuna la mención de algún mérito académico o profesional que hayamos tenido, si hemos participado en un proyecto de envergadura, o si desarrollamos una actividad independiente, de manera que refleje una actitud de iniciativa propia. 

Luego las preguntas se orientan a determinar características de la personalidad del candidato y son usualemente las llamadas ¨puestas en situación”, que consisten -por ejemplo- en contar algún hecho en donde debimos trabajar bajo presión, o resolver alguna situación problemática.

Con esto, se busca conocer el potencial de los candidatos, qué recursos pueden aportar a la organización, cuál es su modo de reaccionar y vincularse, y cuáles son sus temores, fortalezas y debilidades. 

En definitiva, a lo largo de toda la entrevista, los consultores buscan en los candidatos ciertos aspectos de personalidad que requiere el perfil del puesto. 

Por ejemplo: el grado de autoestima, de sociabilidad, de adaptabilidad, de cautela, de entusiasmo, y de confiabilidad. Como también la rapidez en la ejecución de las tareas, la estabilidad emocional, la positividad, la concentración, la tolerancia a la frustración, la combatividad, la iniciativa, y la responsabilidad. 

Para atravesar con éxito una entrevista laboral, lo mejor es ser sinceros en nuestro discurso, estar tranquilos y relajados, escuchar atentamente al entrevistador y cooperar con él. 

Es fundamental proyectar una imagen segura y ganadora, manteniendo siempre una actitud positiva y con la confianza en que el resultado a obtener será positivo.

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