Lo primero que debemos hacer es
tomar un coco y trocearlo. Luego, colocarlos en la licuadora con agua.
Toma un envase hondo y coloca un
colocador encima. Intenta conseguir una tela usada o estopilla para lograr
un filtro más preciso. La colocamos sobre el colador, y vertemos toda la
mezcla.
Escurrimos el resto de la tela y la
leche resultante en el bol la colocamos en un envase esterilizado con tapa
hermética.
Podemos colocar en el refrigerador, y durara entre 3 y 4 días. Podrás
disfrutarlo en postres, bebidas así como en tratamientos faciales y del
cabello.