1. Aceptar que los padres, también
nos equivocamos.
2. Aprender a relajarse.
3. Trabajar la empatía.
4. Establecer reglas y rutinas.
5. Centrarse en lo importante.
6. Dedicar tiempo de calidad.
7. Dejar al niño ser por sí mismo.
8. Predicar con el ejemplo.