Existen 3 tipos de grasas. Si las
clasificamos de buenas a malas, su orden sería el siguiente: grasas
insaturadas, saturadas y trans.
Las grasas insaturadas, que a su vez
se subdividen en poli insaturadas y mono insaturadas, son las más bondadosas
de todas y debemos consumirlas ya que nos ayudan a proteger el sistema
circulatorio.
Las grasas saturadas son,
generalmente, de origen animal y tienden a almacenarse en el sistema
circulatorio, especialmente en las arterias.
Las grasas trans son aquellas que se forman a partir de que una grasa
liquida comienza el proceso para convertirse en grasa solida. En este
estado, son mucho más perjudiciales para la salud.