Para comenzar, nos sentamos en una posición cómoda sobre una
colchoneta. Si deseas puedes colocar un cojín.
Cerramos los ojos y enderezamos la
espalda abriendo el pecho. Comenzamos respirando por la nariz, lo más profundo
posible, y al exhalar debemos sentir como las preocupaciones diarias, quedan
atrás. Tomamos 10 respiraciones completas.
Abrimos los ojos, y llevamos ambos
brazos arriba al inhalar. Entrelazamos los dedos y llevamos plantas al cielo al
exhalar. Repetimos 4 veces.
Bajamos los brazos e inclinamos la
cabeza hacia un lado acercando la oreja al hombro (manteniendo los hombros
bajos). Inhalamos y levantamos la cabeza hacia el centro. Al exhalar bajo la
cabeza. Vamos alternando los lados.
Luego, entrelazamos las manos detrás de
la nuca. Al inhalar abrimos el pecho y llevamos el mentón hacia el cielo. Al
exhalar llevamos el mentón al suelo, cerramos los codos, y suavemente presionas
hacia abajo. Siempre mantén la espalda recta y la columna extendida.
Relajamos los brazos y realizamos círculos con la cabeza. Al inhalar llegamos a
la mitad y al exhalar finalizamos el círculo, intentando no mover los hombros.
Realizamos los círculos en ambos sentidos.