Desde
Bariloche escribe Juan Isidro González
“De
cómo la fuerza se encuentra en los jóvenes mas el saber y la prudencia están
en los viejos (según lo enfatizaba Aristóteles).”
El
periodista del matutino, con mucho tacto, puso de relieve con sentido crítico
un "sesudo e insólito" consejo
de la… ¿señora, señorita, bebé? Lily
SULLOS, quien sin hesitar, durante su columna astrológica-sociológica-psicológica
del noticiario de AZUL TV aconsejó a la audiencia a "tolerar a las personas mayores".
Y se despachó con un cruel desatino proveniente de un cerebro con ostensibles
oquedades.
La pitonisa le recomendó a la audiencia que "cuando un padre, una madre o un abuelo digan algo, no se lo
tomen en cuenta y consideren que ellos son mayores y tienen el sistema nervioso cansado" (sic). ¡Aleluya,
hermanos en plenitud, aleluya!
La "juvenil" Lily debe
considerándose una "pendex"
autorizada a detractar a las personas mayores. ¿Cómo tomarían esta… llamémosla bufonada, Ernesto
Sábato, Félix Luna, Raúl Alfonsín, Antonio Cafiero, Luis Clur, Federico
Luppi, Héctor Alterio, Juan Pablo II,
etc.?
La televisión no deja de ser cruel, en muchos aspectos. Al mejor estilo Nacha,
Amalita, Ernestina o Mirtha, la
incorruptible cámara de video pone en evidencia que la filósofa Lily
también le entabló una enconada lucha al Tiempo.
Según un chascarrillo, "ha tenido tantos
estiramientos que el cirujano que la trata, para disimular su última intervención,
le ubicó el ombligo como hoyuelo de mentón, advirtiéndole que si pretende
insistir deberá
considerar la posibilidad de afeitarse
todos los días…" (sugiero una lectura a mi cuento "EL TRANSPLANTE",
publicado en este sitio).
Entiendo que todos tenemos el santo derecho de ganarnos la vida de la
manera más honesta posible, aun a costa de la ingenuidad de la gente. Sin embargo, exponer semejante clase de advertencia
a través de un medio masivo, pone en severa duda la cordura misma de quien la
dice.
No solo es imprudente sino hasta insensato emitir opiniones
que menoscaben y discriminen de manera gratuita. Alguien
dijo que los consejos reposados son los mejores, pero los precipitados van
siempre seguidos de censuras… así como la mía.
Si sus predicciones astrológicas son conforme a la visión que tiene de
sus contemporáneos, es una ingenuidad tomarlas con seriedad.
Esto nos lleva a intuir que por razones psicológicas propias de su
"profesión", Doña Lily realmente
vive en la Luna, o lo que sería más doloroso, estamos frente a una persona en quien el mal
de Alzheimer está a punto de
eclosionar.
Jenofonte sostenía que "todos
los niños deben aprender a respetar públicamente a los ancianos como lo
hacen con sus padres y a obedecer a los mayores, que poseen la riqueza de la
experiencia".
Amén.