Ética
A
pesar de que la búsqueda genealógica parece un ejercicio solitario, muchas
pruebas concretas demuestran lo contrario. Los historiadores familiares,
profesionales y aficionados, son vistos como una organización cooperativa tanto
por el público en general como por las instituciones que los sirven.
No
obstante, esa comunidad de investigadores es juzgada sólo por las acciones de
un individuo. Para tener fácil acceso a las instituciones, para tener
accesibilidad a los registros, y para mantener una buena reputación, todos
aquellos que buscan información genealógica, deben comportarse de manera
ejemplar, en el momento de realizar una investigación de este tipo.
Costumbres
Algunos
especialistas expresaron su preocupación por las demandas en el tiempo,
recursos y paciencia de los directores de los lugares en donde los
investigadores buscan la información. Ellos apuntan a:
La
responsabilidad por el trabajo individual de cada buscador descansa en cada uno
de ellos, y no en el staff de las personas que trabajan en el lugar que acumula
la información.
La responsabilidad por mantener esos lugares abiertos y los
archivos disponibles, también descansa en cada investigador; preguntas
absurdas, comportamientos arrogantes, y demandas irrazonables de un solicitante
pone obstáculos adicionales en el camino de quienes lo siguen.
Las
costumbres de investigación ponen un orden a todo eso. La premisa básica es
tener cierta cortesía al tratar con otros y cumplir con las reglas y
expectativas de los depósitos en donde usted se encuentre.
Obediencia quiere
decir la consideración por la ropa que viste al acudir al establecimiento (no
vaya descalzo, algo muy común en lugares con climas tropicales) o el tipo de
instrumento de escritura que usted utilice (en muchos lugares le piden escritura
con lápiz, y no con lapicera).
Los
estándares de conducta estipulan que las conversaciones entre los
investigadores dentro de las bibliotecas debe limitarse a los intercambios
absolutamente necesarios, porque la charla constante entre personas distrae a
los demás, de su trabajo.
Esto lo ayudará a usted también, en no perder el
tiempo y no hacer demorar a los bibliotecarios y archivistas que deben responder
a las preguntas que se les hagan.
Los
apasionados por la historia familiar, que encabezan cada pregunta con una
descripción detallada de su familia o la investigación no sólo irritan a las
personas que intentan ayudarlo, sino también a los que están por detrás de
ellos, esperando.
Muchas
asociaciones genealógicas, publican códigos de ética que requieren o alientan
a sus miembros a inscribirse. La mayoría, están conformadas por las siguientes
líneas directivas:
Código General de Ética
Para
proteger la integridad de los archivos públicos y los materiales publicados:
-Seré
cortés y respetuoso de todos los custodios de archivos, bibliotecarios,
archivistas y otras personas que estén sirviendo al público.
-Tendré
mucho cuidado con todos los libros y archivos que se me confíen y los devolveré
al lugar designado.
-No
romperé, borraré, marcaré o extraeré ningún documento, libro o película,
como tampoco mutilaré, romperé, destruiré o efectuaré ningún cambio a
ninguna parte de dicho documento, libro o film.
-Presentaré
la información genealógica que haya encontrado con total honestidad e
integridad, teniendo el permiso cuando sea necesario y atribuyendo el merito del
trabajo a su verdadera fuente.