Los síntomas de
alarma son:
–Cambios de humor continuos
-Mucha agitación
-Depresión profunda
La señal más clara proviene de
los cambios de estado. El joven puede caer en el desánimo más grande y de
repente mostrar signos de recuperación que rápidamente se transforman en un
nerviosismo exagerado o hiperactividad.
Las edades más
comunes de aparición de este problema son:
-En los adultos: antes de los 35 años.
-En los adolescentes: entre los 14
y los 18 años.
La posibilidad de heredarla es
alta, si uno o ambos padres la sufren o la sufrieron anteriormente.
Síntomas de que un
joven es depresivo:
-Llora frecuentemente y está
triste durante mucho tiempo sin causas o con justificaciones poco creíbles.
-Disfruta poco de las cosas buenas,
de sus logros.
-Se siente dolorido y débil todo
el tiempo (dolores de cabeza, estomago, oído, etc)
-Se aburre con todo.
-Cambia sus hábitos normales (sueño,
alimentación, etc)
Síntomas de que un
joven es maníaco:
-Cambios de estado de
ánimo
extremadamente pronunciados (está muy contento o muy triste, muy irritable o
muy calmo, se ríe mucho o está enojado todo el tiempo).
-Juega mucho con los límites y
habla todo el tiempo como si la vida fuera un momento sin demasiada importancia.
-No duerme nunca y no se siente
cansado.
-Habla mucho más de lo común y no
deja que lo interrumpan (se enoja fuertemente)
-Está distraído y pierde la
concentración muy seguido (se encuentra hablando de algo y de repente se
olvida), no presta atención a lo que uno le dice.
-Cree que puede soportar daños físicos
sin que le pase nada o bien cree que puede hacer cosas peligrosas y salir
indemne (saltar del techo por ejemplo).
Como se procede ante
un caso de este tipo
Si usted identifica todos estos síntomas,
acuda a la ayuda de su médico de cabecera, o directamente a un psiquiatra de
adolescentes, para iniciar una evaluación y luego comenzar con un tratamiento
especifico.
En general, el
tratamiento consiste en:
-Proveer educación e información
al paciente y a su familia acerca de la enfermedad
-El uso de medicamentos
estabilizadores como el valproato y el litio (reducen el número y la severidad
de los episodios maníacos y ayudan también a prevenir la depresión), o de
antidepresivos cuando se trata únicamente de una depresión.
-La psicoterapia
-Ayudar al adolescente a amoldarse
a las circunstancias estresantes que lo llevaron a ese estado y a convivir pacíficamente
con ellas.
Estos problemas tratados a tiempo
pueden controlarse eficazmente, permitiendo llevar una vida absolutamente
normal. Si tiene dudas sobre si su hijo los sufre, no pierda tiempo y consulte
aunque sea por simple precaución.
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