Como primer paso, quienes ya posean
algunas piezas de colección necesitan saber cuales son las mejores formas de
evitar que los agentes externos, modifiquen y dañen sus piezas.
El clasificador
es un libro formado por hojas de cartulina gruesa, de fondo blanco o negro,
provistas de bandas horizontales transparentes que permiten introducir los
sellos y mantenerlos inmovilizados.
De esa manera, pueden
conservarse y observarse las estampillas sin correr el riesgo de que se dañen y
protegiéndolos de las modificaciones climáticas. Otra variante es el álbum
con casillas individuales, que ya vienen con espacios especiales por tamaño y
permiten un mayor ordenamiento de su colección.
La otra posibilidad para los
filatelistas, son los libros en blanco (sin casilleros ni protectores) que
consisten en hojas lisas que permiten la inclusión de sobres, rarezas, leyendas
adjuntas.
En todas las variantes, es
imprescindible que sus hojas sean de muy buena calidad (cartulina gruesa) y que
la encuadernación permita la inclusión de nuevas hojas, con sistema de
anillado y fácil apertura.
Como
estar informado de las novedades
La
utilización de catálogos sirve para la clasificación y conocimiento de los
detalles de cada uno de las géneros como su fecha de emisión, motivo o dibujo,
denominación, cantidad de ejemplares del mismo tipo que se emitieron, etc.
Todos los países publican este tipo de catálogos descriptivos, y la información
se va incluyendo en inventarios regionales (continentales y mundiales).
Para
los especialistas o los muy interesados, existen catálogos ampliatorios de la
misma información, en donde se encuentran las variedades emitidas de cada
estampilla, los errores que se cometieron en cada serie, datos anecdóticos,
nombre de sus artistas, como se imprimieron, y como dato más importante el
valor de cada una de ellas. Convirtiéndose en la fuente informativa más
utilizada por los coleccionistas.
Haciendo
un acercamiento más preciso de cada una de las estampillas, se pueden encontrar
obras dedicadas a series nucas, que estudian a fondo una sola serie de sellos,
períodos, legislación postal, historia postal de una ciudad, país o región
determinada.
Otra
de las fuentes informativas utilizadas por quienes desean acercarse a este
apasionante hobbie, son las revistas filatélicas que se encuentran en algunos
kioscos o en las bibliotecas
y
hemerotecas generales o especializadas.
Mirar
la estampilla desde cerca…
Un
elemento necesario para el coleccionista, es la lupa. Con ella se observan los
detalles del motivo, las marcas, los errores y todos los detalles. Los
especialistas recomiendan que la lupa sea de cristal, con un minino de cinco
aumentos, y no las de plástico (se rayan muy fácil y no tienen buena definición
de ampliación) o se utilice el cuentahílos (una pequeña lente enmarcada por
una armadura de metal que se pliega).
El
filigranoscopio
Se
utiliza para apreciar “marca de agua” de los
sellos, saber su origen y determinar su originalidad, detectar los defectos de
fabricación, reconocer las posibles capas de papel interpuestas, reparaciones y
grietas.
El
filigranoscopio es una pequeña bandeja negra en la que se deposita la
estampilla con el dibujo hacia abajo. Allí se depositan unas gotas de alcohol,
bencina refinada, xilol, y otros químicos.
En ese mismo momento, aparece la
filigrana del sello o se evidencian los defectos del papel o el resultado de
manipulaciones. Una vez pasado el proceso, se deben esperar algunos minutos
hasta que se evapore la mezcla líquida y luego retirar la estampilla
cuidadosamente con pinzas.
Las pinzas
Es
fundamental que usted maneje y manipule sus estampillas de colección, con un
buen par de pinzas, evitando el contacto con la piel para no correr riesgos de
deterioro. Las pinzas deben tener puntas redondeadas y pueden encontrarse en
diferentes formas especiales (con forma de pala para sacar los sellos de los
casilleros del álbum)
Una
mirada diferente…
La
lámpara de cuarzo produce radiaciones ultravioletas de diferentes maneras:
–Las
de onda larga: para observar el papel fluorescente de los sellos, posibles
reparaciones, manipulaciones, etcétera
-Las de onda corta:
para observar el papel fosforescente.
Además,
pueden descubrirse detalles como la antigüedad, la calidad del material, etc.
La
guillotina
Se
utiliza para seccionar los protectores de estampillas o filoestuches, de una
determinada forma para luego colocarlas en las hojas del álbum. Si va a comprar
una, inclínese por la guillotina de mesa que permite una superficie de corte de
10 a 15 centímetros.
¿Qué
son los filoestuches?
Se
utilizan para conservar y exhibir las piezas más destacadas, siendo las más
indicadas para las piezas de mayor valor (aíslan perfectamente de los cambios
climáticos y el polvo).
Consisten
en una lámina de poliestirol destinada a dar transparencia al sello y otra
utilizada para asentarlo (es la más gruesa de las dos). La lámina base viene
con un pegamento que se activa con un poco de humedad y permite el pegado de la
pieza filatélica con una leve presión.
Son
muy buenas por ser las únicas formas de encuadernación que permiten transpirar
y respirar al sello. Vienen de forma individual o en tiras que pueden cortarse
con la forma adecuada.