Piernas lindas… y sanas

Unas piernas mal cuidadas no solo se deterioran a nivel externo, sino que además producen dolores y “hormigueo”. Estéticamente, es bastante fácil mantenerlas en buen estado, ya que basta hidratar la piel y aplicarse diferentes cremas. Sin embargo, cuando comienza a fallar la circulación sanguínea, la tarea se vuelve más compleja. Para ello damos aquí algunas sugerencias.

Lo
Bueno

Es
importante realizar caminatas durante media hora diaria como mínimo. También
puede subir y bajar escaleras, o simplemente poner música y comenzar a bailar.

Al
finalizar el baño, aplíquese chorros de agua fría en dirección ascendente,
desde el tobillo hasta la ingle. Luego, suminístrese masajes, también de forma
ascendente.

Cuando
elija su vestimenta, utilice medias de pie hasta los tobillos, ya que las elásticas
y ajustadas provocan problemas de circulación. Y por supuesto, lleve una dieta
sana, priorizando las frutas, verduras, y lácteos

Lo
Malo

Para
evitar que se obstaculice la
circulación de la sangre, se debe evitar cruzar
las piernas mientras está sentada, así como permanecer de pie o inmóvil durante un
tiempo prolongado. 

Por otra parte, lo ideal es que no utilice prendas ajustadas,
tanto en las piernas como en el abdomen. 

Además, se deben evitar las
exposiciones prolongadas al sol, ya que el calor es uno de los causantes de la
deficiencia circulatoria. Fumar también es una práctica contraproducente para
una buena circulación, al igual que el consumo de grasas, presentes
principalmente en las carnes y los dulces

Remedios
naturales

La
naranja es un excelente remedio para los problemas circulatorios, ya que posee
componentes que fortalecen los
vasos sanguíneos.

Los
masajes con aceite de romero son una de las mejores cosas que puede aplicar a
sus piernas, ya que activan la circulación. Además, puede preparar la
siguiente infusión: hervir hojas de uva (un vaso pequeño) dentro dos litros de
agua durante 15 minutos, dejarla entibiar y sumergir sus piernas durante unos 10
minutos, fregándoselas con las manos hasta las rodillas.

Y
para las várices, puede prepararse un jugo de zanahorias con una pizca de sal,
para tomar en ayunas o antes de cada comida.

Fuera
de lo natural, puede comprar en las farmacias una amplia variedad de aceites y
geles que alivian el dolor de las piernas cansadas, estimulando la circulación
de la sangre y reduciendo los líquidos innecesarios, lo que reafirma los
tejidos.

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