Tenia
un alegre barco "MI ALMA",
anclado en la bahía de la paz
Junto al gran muelle de la amistad;
Solía por las tardes ir al puerto de los encuentros
a disfrutar de apacibles y encantadores atardeceres.
Una mañana de verano, atraído por el canto de una sirena
Tome el timón de "Mi Alma" y me eche a la mar.
Deje al norte la isla de la libertad y desde el cabo de la luz,
el faro de la ilusión me guiñaba un ojo.
Como buen timonel, puse proa hacia el horizonte de la felicidad
aprovechando los buenos vientos del cambio
y la corriente cálida del afecto.
Siguiendo la brújula de mi corazón,
me interne en las profundidades del mar del amor,
donde la estrella de la vida guiaba mi rumbo.
El viento de la fe, susurraba en mi espíritu.
y las olas de pasión acariciaban "Mi Alma".
Las estelas en la mar, dibujaban tu nombre
Con espuma y sal.
El sol y la luna se embriagaban de amor
en un eterno eclipse.
Y con gozo observaba el vuelo de las gaviotas
soñando alcanzar un infinito arco iris.
Una noche… sin aviso,
el huracanado viento de los tormentos,
desvió mi rumbo hacia el mar del abandono;
donde la corriente fría del engaño,
me obligo zigzaguear
entre la oscura neblina y
los témpanos de la indiferencia.
Tormentas y borrascas,
debatieron mi tempestuoso destino
hacia la escollera de la ingratitud,
donde la quilla y mi corazón
se hicieron añicos entre los acantilados de la angustia
Y los arrecifes de los lamentos.
"Mi Alma" quedo hecha pedazos en la isla del olvido.
Ahora soy un naufrago,
anclado en la playa de la soledad.
Entre el cabo del miedo y
la península de la incertidumbre
te envío este mensaje,
de esperanza,
en la ultima botella a la mar.