Búsquedas genealógica: como encontrar información en los registros fúnebres

Los archivos de los cementerios pueden ser un buen recurso para obtener más datos sobre nuestra búsqueda genealógica. Al mismo tiempo, también se puede hallar el lugar que conserva la memoria de alguno de nuestros antepasados

Sin dudas tendrá mucha suerte si en el
cementerio donde están enterrados los restos de sus familiares, se conservan los
archivos bien guardados, algo que puede darse tanto en ese lugar como en una
iglesia, templo, o un archivo público de la municipalidad asociados al mismo
cementerio. Desafortunadamente, estos casos son más la excepción que la regla.

Pero no se pierde mucho con intentarlo, y
se podría ganar bastante sí tiene la suerte de que sus ancestros hayan sido
enterrados en un cementerio con estas características. 

Para comenzar, debería
dirigirse a una municipalidad para averiguar las localizaciones de los
diferentes cementerios, con sus listas de entierros. Si no encuentra su
apellido, debe averiguar las partidas de matrimonio, nacimiento y defunción.

De esta forma, se podrán establecer
claramente los nombres y apellidos con que fueron anotados en los documentos
civiles (pueden diferir de forma mínima con el suyo), así como determinadas
fechas que pueden llegar a ser necesarias.

Y si aún así no ha encontrado
coincidencias, puede averiguar los certificados de residencia, que podrían
ayudarle a encontrar el lugar en el que vivieron y, posiblemente, en el que
murieron. Luego, puede dirigirse a los expedientes y obituarios de la iglesia de
esa ciudad, que muy posiblemente tendrá algún documento sobre el sitio de
entierro de su antepasado.

Al buscar el cementerio, debe recordar que
la mayoría de la gente es enterrada a 5 millas de sus hogares. En determinadas
áreas rurales, antes de 1850, fueron enterradas muchas personas en cementerios
pequeños, asociados a la institución religiosa de su fe.

Si el cementerio
todavía se mantiene, debe entrar en contacto con la secretaría de la iglesia o
cualquier otro funcionario público, antes de que estos observen que usted está
en el cementerio sin un destino fijo, con actitudes que pueden resultar
sospechosas, y les den motivos para echarlo.

Una vez que encuentre la tumba del
familiar buscado, no solo sentirá la emoción de poder acercarse por primera vez
a un familiar, sino que tendrá una base mucho más sólida para iniciar su
investigación genealógica.

En primer lugar, podrá encontrar
fácilmente a los otros familiares que allí fueron enterrados, ya que la mayor
parte de los cementerios poseen listas con los grupos de familiares allí
enterrados.

Luego, su árbol genealógico se abrirá en
surcos tal vez inesperados, hallando en ese cementerio a familiares que ni
siquiera sabía que poseía, que a su vez le permitirán ampliar más su búsqueda,
por el hecho de que todo dato genealógico posee amplias bifurcaciones.