Ocho consejos financieros para épocas turbulentas

La complicada situación económica por la que está atravesando el mundo, repercute en nosotros y nos puede llevar a tomar decisiones equivocadas, llevando a un círculo vicioso en nuestra economía. Aquí, ocho consejos para evitarlo.

 


Mucho ha cambiado desde los días de alto vuelo de los finales de los años 90. El
mercado de acciones
está en baja y no parecer estar en proceso de levantarse.
Las compañías importantes hacen funestos y asombrosos anuncios cada semana. Y
las noticias de despidos llenan los medios de comunicación.


Pero cuando se trata de manejar las formad de invertir, poco parece haber
cambiado demasiado. Nuevamente, se trata de seguir atendiendo al sentido común,
sin tentarse por brillosos destellos de los que nunca antes se había oído
hablar, y que parecen poder hacernos ricos de la noche a la mañana.


Aquí les presentamos consejos que hemos recabados de diversos especialistas,
para manejare en estas épocas tan turbulentas:


Si está en problemas financieros, cancele primero su deuda con la tarjeta de
crédito. Es verdaderamente importantísima la ventaja psicológica de no tener
déficit con su tarjeta de crédito, ya que se dispone de crédito personal y si
los tiempos duros lo golpean, por lo menos no tendrá que ver como el 28 por
ciento de interés anual que la mayoría de ellas posen, incrementa su deuda a
pasos agigantados.


Arme un fondo de emergencia. Tenga por lo menos el valor equivalente a tres
meses de sus gastos corrientes en una cuenta accesible. Esto le servirá como un
amortiguador por si llegará a perder su trabajo, ya que podrá moverse con
comodidad mientras busque otro.


No deje los problemas financieros a corto plazo repercutan en todos sus planes a
largo plazo. Calcule cuánto debe ahorrar para el retiro. La mayoría de la gente
debe invertir por lo menos del 5 al 10 por ciento de sus ganancias. No solo lo
ayudará en su futura independencia financiera, sino que también podrá hacerlo
más eficiente en la administración de su dinero.


Provéase de un seguro propio. Mucha gente no tiene una cobertura de vida y de
inhabilidad laboral adecuada. Identifique los boquetes e intente llenarlos. Su
salud y su bienestar individual siempre son inciertos, pero la construcción de
una buena red de seguridad, traerá paz a su mente.


Invierta en ladrillos (casas). Su rentabilidad puede ser la más baja, pero las
chances de que le den pérdida son prácticamente nulas. Además, casi no se
desvalorizan por el paso del tiempo, y siempre serán una opción de resguardo,
tanto para usted como para toda su familia.


No deje que las emociones manejen sus
decisiones financieras. Los inversionistas
que se aterran después de una corrección importante en el mercado, y venden
todas sus tenencias comunes, están faltando a una oportunidad de compra. La
historia ha demostrado que continuar comprando las acciones cuando están en
baja, a largo plazo siempre es beneficioso.


Diversifíquese. No es definitivamente el momento de poner todos sus huevos
financieros en una misma cesta. La diversificación es vital para hacerlo sentir
más cómodo. Por ejemplo, las cuentas de jubilación deben estar en fondos comunes
de todo el mundo.