En
ocasiones, un
dolor de hombro nos aqueja y no le solemos dar mayor importancia
que a un malestar momentáneo, en una dolencia que no sólo aqueja a los
deportistas, sino a cualquier persona que trabaje con su cuerpo.
Sin embargo, es
conveniente estar alertas, averiguar las causas y controlarlo a tiempo, ya que
si avanza, puede limitar ampliamente la movilidad.
Muchos
deportistas padecen ésta enfermedad, que a veces llega a ser muy invalidante
para su carrera profesional. Es muy común que se dé en los jugadores de tenis,
sobre todo en el momento del saque o al querer hacer una volea.
También afecta
a los jugadores de
golf, donde tan importante es mantener la articulación del
hombro en buenas condiciones. Los pescadores muchas veces la adquieren cuando
tiran el hombro hacia atrás para arrojar el anzuelo.
Pero quizás la que más
incapacitada se sienta, sea el ama de casa, la que se ve imposibilitada de
realizar sus quehaceres cotidianos, ya que es prácticamente imposible llevar el
brazo hacia atrás o arriba, tanto por el dolor, como por la incapacidad
funcional.
Este
dolor molesto y la falta de movilidad, generan con el correr del tiempo y en
pocas semanas, lo que se conoce con el nombre de Hombro Congelado, donde los
movimientos se hacen cada vez con menor amplitud y genera un círculo vicioso,
que hace que el tratamiento se vuelva cada
vez más complicado.
¿De
dónde proviene la dolencia?. La causa primaria puede estar en que se produce
una inflamación de tendones de músculos como el supraespinoso, lo que
imposibilita levantar el brazo como para peinarse, o del bíceps, el dolor se
siente en la parte anterior del
hombro y no permite llevar el brazo hacia atrás, como para poder abrocharse el corpiño o colocarse la camisa dentro del pantalón.
¿Cuál
es la mejor forma de tratarlo?. Las posibilidades terapéuticas pueden ser
realizarse tratamientos fisioterápicos, o aplicarse frío, como también hacer
uso de la magnetoterapia, la onda corta, el láser.
También se puede aplicar un
antiinflamatorio local, ya sea a través de cremas o parches, y pemitirse
obtener los mejores resultados mediante infiltraciones en los puntos exactos.
Con ellas, se asegura que el tendón, que es un tejido con escasa irrigación
sanguínea, absorba todo el medicamento y de esta manera se evita que los
efectos repercutan en el resto del cuerpo.
Un
buen diagnóstico posibilita un tratamiento eficaz. No sólo se trata de calmar
el dolor, sino también de prevenir su agravamiento.
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