Cada letra minúscula del
alfabeto posee significación especial que ayuda a la
comprensión profunda del inconsciente del escribiente: es la llave para penetrar
en su intimidad y profundizar en los rasgos de su personalidad.
Su
análisis nos permite saber cómo se desempeña el escribiente saber cómo se
desempeña el escribiente en el área que cada letra representa con sus
posibilidades, limitaciones, obsesiones o compensaciones.
La “t” minúscula nos brinda el más amplio espectro de posibilidades para
analizar el tipo de voluntad del escribiente y nos da datos sobre su conducta,
su forma de actuar, su firmeza de posturas y sobre su lucha por alcanzar ideales
y concretar metas.
Posee dos movimientos: uno vertical o de arriba hacia abajo llamado cresta o
hampa y otro horizontal o de izquierda a derecha representado por la
barra.
La cresta habla de la afirmación personal, del caudal de energía y del
proyecto que se intenta concretar mientras que la barra muestra la forma
en que se realiza o no dicho proyecto.
La “t” minúscula brinda datos sobre la concordancia o discordancia entre ideal,
acción y consecuencia, sobre el nivel de decisión o inhibición, sobre la firmeza
con que se sostienen las ideas que pueden conducir a la obstinación o
despotismo, sobre el grado de impulsividad o audacia en el accionar.
El análisis detallado de las crestas y barras en cuanto a su ubicación, forma,
dimensión, dirección, inclinación, presión, etc. es esencial para la
interpretación grafológica pero además puede brindar datos biográficos
importantes para el diagnóstico.
Por ejemplo, si la cresta se realiza de abajo hacia arriba y la barra
se coloca a la izquierda indica dependencia, el escribiente reclama ayuda
conservando sus costumbres.
Si el trazo inicial es muy largo indica que factores
subjetivos, afectivos o biográficos condicionan la conducta y habla de la
necesidad de apoyarse en experiencias pasadas.
La “t” minúscula aporta datos esenciales para SELECCIÓN DE PERSONAL.
Por ejemplo las crestas más altas que otras crestas de la misma
escritura (por ej., “l”,”d”, etc) es signo de seriedad y de realización
profesional.
La barra muy larga que une dos “t” en la misma palabra pero que
tacha algunas de las letras indica una conducta agresiva, litigante y
contestataria pero también tendencias autodestructivas ocultas.
Existe una gran variedad de interpretaciones que están conectadas con el
análisis profundo de la personalidad del escribiente y que son pequeñas
“llaves” para penetrar en su intimidad.