Alfred Hitchcock, el
director británico que había filmado la mítica película “Psicosis” (y las
recordadísimas “El hombre que sabía demasiado” “Los 39 escalones” “Extranjeros
en un tren”, “Ventana posterior”, “Hechizado”, “Notorius”, etc.), parecía no
estar satisfecho con aterrar desde la pantalla grande, por lo que a mediados de
la década del cincuenta, también comenzó a hacerlo desde la TV.
Efectivamente, Alfred
Hitchcock ya era un reputado director que había estado filmando por más de 25
años, cuando, en 1955, también se convirtió en presentador (y a veces director)
de varias historias de misterio y suspenso, para el programa “Alfred Hitchcock
presents”, emitido por el canal CBS. Y lo hizo con la misma genialidad, por lo
que no en vano Hitchcock se ganó el mote de "amo del suspenso".
“Alfred Hitchcock
Presents” fueron series de antología, todas ellas con historias y actores
diferentes, aunque con un par de cosas en común: el primero, era la introducción
al capítulo que se iba a emitir, -así como las conclusiones del mismo-, que era
realizada por Alfred Hitchcock en persona. El segundo, aquel recordadísimo tema,
“Funeral March of a Marionette” (Marcha Fúnebre para una Marioneta de Gounod).
La mayoría de los guiones de las historias, tenían que ver con las temáticas
típicas de Hitchcock, como ser planes para asesinar a las parejas, vecinos
sospechosos, falsas acusaciones, asesinato encubiertos, pistas engañosas, y
todas aquellas situaciones en las que la gente ordinaria se vea implicada en
situaciones extraordinarias.
Alfred Hitchcock dirigió
por sí mismo veinte de los 361 episodios emitidos, entre los cuales se cuenta el
primero, "Venganza", -que fue muy recordado-, en donde una mujer traumatizada
instaba a su marido a tomar a venganza del hombre que la asaltó… sin imaginar
que está persona podría llegar a ser su mismo esposo.
Si bien la mayoría de los
cortos no fueron dirigidos por el mismo Hitchcock, constantemente el director se
encontraba supervisando la grabación de los mismos, y estaba siempre allí para
dar su personal apertura, que era como epilogo abreviado, en donde explicaba a
los espectadores que las malas personas nunca podían llegar muy lejos con sus
ilícitos, sin importa cuan magistralmente los realizaran. Más tarde, se supo que
una de las razones por las que lo hizo, fue para evitar roces con ciertos grupos
conservadores que no veían con buenos ojos las temáticas que presentaba.
Para definir las
historias a grabar, Joan Harrison, la productora asociada, Norman Lloyd y, más
tarde, Gordon Hessler, seleccionaban unos cuarenta guiones de los miles que les
llegaban cada temporada.
Para 1960, con cinco
exitosas temporadas a cuestas, la serie pasó al canal NBC, pero sin embargo, dos
años más tarde, volvió a la CBS. Durante esa temporada, el show se extendió a
una hora y, por consiguiente, su nuevo título fue “The Alfred Hitchcock hour”
(la hora de Alfred Hitchcock).
Por el hecho de no tener
actores fijos, la serie tenía la posibilidad de invitar a un montón de
celebridades de todos los tiempos, como Peter Lorre y Claude Rains, o Robert
Redford y Katharine Ross. Algunas de ellas hicieron más de una presentación,
como Phyllis Thaxter (ocho apariciones), Roberto H. Harris (ocho apariciones), o
Barbara Bel Geddes (cuatro apariciones).
“Alfred Hitchcock
Presents” se emitió originalmente durante diez años completos (hasta 1964) para
luego reponerse en una versión “pos mortem”.
En efecto, Alfred Hitchcock
falleció en 1980, pero, previamente, su genial, creativa, aterradora, y perversa
mente, había tenido la idea de volver de la muerte para presentar su viejo show,
para lo que dejó una serie de instrucciones…
Así, en 1985, los nuevos
capítulos de “Alfred Hitchcock Presents”, se emitieron por el canal
norteamericano NBC. Para la presentación, se usaron los viejos tapes de
Hitchcock, -ahora coloreados por medio de los avances tecnológicos-, y se los
editaron para presentar los nuevos episodios de la serie. Esta serie duro un par
de años en la NBC, y luego fue traslada al cable.
En 1987, se emitieron
otros nuevos episodios del clásico programa en el canal USA, aunque el público
ya había variado algo sus gustos, y posiblemente los otrora terroríficos tipos
de guiones ya se veían algo inocentes para las nuevas generaciones, por lo que
la serie no duró más de una temporada.
Sin embargo, jamás
volvieron a contra con la genialidad, la intriga, y el suspenso que sólo
Hitchcock podía otorgarles. Tal vez, esto, haya sido mejor: los chicos ya no
siguieron teniendo tantas pesadillas durante la noche…