Cómo tener un padre de tiempo completo

¿Cómo lograr que un marido se implique más en las responsabilidades paternales como el baño, alimentación, limpieza, y cuidado general de sus hijos? Aquí, algunas claves para incentivarlo a comprometerse con su rol de padre.

Cómo tener un padre de tiempo completo


Podrá sonar agotador, pero, muchas
veces, parece ser la única alternativa: Usted debe decirle específicamente todo
lo que necesita de él. Sí, debe indicarle lo obvio.


Si se encuentra cocinando la cena y
el bebé necesita ser cambiado, debe pedirle, específicamente, “por favor, Juan,
¿podrías cambiarle el pañal a Dieguito, que yo estoy cocinando la cena?”


Si este es su caso, debe saber que
todo tiene un avance. Por ejemplo, al día siguiente de hacer alguno de estos
pedidos, será el tiempo de dar el Gran Golpe: refiérase directamente a la rutina
familiar:


“Querido, estoy tan cansada…
Necesitaría un cierta tiempo de tranquilidad… ¿Recuerdas lo bien que le
cambiaste los pañales a Dieguito ayer? Pues bien, también podrías bañarlo y
mandarlo al corralito todas las noches”.


La familia en el mundo moderno


En la generación de
nuestros padres, las madres estaban totalmente a cargo de los niños, mientras
que los padres trabajaban fuera del hogar.

Ahora, ambos padres se han hecho
conscientes de la necesidad de criar a sus hijos de forma conjunta, sobre todo
teniendo en cuenta que muchos hombres ya no gozan de los trabajos de tiempo-
completo que se solían tener durante la época del Estado de Bienestar, y que
muchas mujeres necesitan, -y quieren-, salir de la casa, para ser parte
fundamental en el sostén hogareño.


En términos estrictamente
psicológicos, se ha descubierto que no sólo las mujeres necesitan de la ayuda de
sus esposos para castigar y premiar a los hijos, sino que son también estos
mismos niños quienes necesitan de una presencia activa tanto de la madre como
del padre.


Por su parte, el sentido
común nos dice que si ambos padres están alrededor de la educación y crianza de
sus hijos, todo este proceso será mucho más fácil, y los chicos tendrán la mejor
de las educaciones, que será el fundamente para su desarrollo intelectual,
moral, y espiritual, y su correcta integración al resto de la sociedad.


Por lo tanto, el padre
jamás debe estar excluido (por razones propias o ajenas) del cuidado y control
de los hijos.

Cuando esto no resulta


Si su marido simplemente
rechaza su obligación de formar parte activa en la crianza de sus hijos, será
hora de buscar una ayuda externa para mejorar la pareja. Ningún padre puede hoy
en día darse el lujo de jugar un rol pasivo en la educación de sus hijos, y
delegar toda esta responsabilidad a la madre.

Por lo tanto, insístale a su
esposo, -de forma directa o por medio de una ayuda profesional, como la terapia
de parejas-, en la necesidad de implicarse en esta tarea.


El autocontrol, es una
cualidad que se transfiere de padre a hijo, y de madre a hija. Las hijas
aprenden de su padre que son importantes y valoradas en los ojos de un hombre,
algo que más adelante transportarán a otros lazos masculinos.

Los muchachos,
aprenden esto mismo de sus madres. Por lo tanto, es responsabilidad de cada
padre tener una presencia activa en la crianza de sus hijos, para jugar, cuidar,
y disciplinarlos.

Pero además, al
insistirle a su esposo sobre la necesidad de compenetrarse con esta tarea,
también le estará proporcionando la oportunidad de mejorar su propia vida
espiritual, gracias al desarrollo de una relación mucho más positiva con sus
niños. Seguramente, algún día, él se lo agradecerá.

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