Antes que nada, se debe tener en cuenta el hecho de que ciertas sales de calcio
contenidas en los alimentos no atraviesan con facilidad la barrera intestinal.
Esto se debe a que el transporte a través de las vellosidades intestinales
requiere la coincidencia de un pH (acidez) adecuado y de la presencia de ciertos
aminoácidos “flotantes” en la membrana basal del intestino.
Esa es la razón por la cual las semillas de sésamo no pueden aportarle al
organismo su contenido cálcico, y por esa misma razón son tan buenas para evitar
la trasformación de los ácidos grasos saturados en colesterol, ya que
interfieren con la degradación de las grasas. En pocas palabras son buenas para
evitar el aumento de las cifras de colesterol en sangre pero poco eficaces para
aportar calcio en cantidades suficientes como para, por ejemplo, combatir la
osteoporosis.
A
continuación, una lista de las especies vegetales más eficientes para aportarle
al organismo cantidades fisiológicas y terapéuticas de calcio iónico.
Alfalfa:
magnífica fuente de minerales, vitaminas y clorofila. Ingerirlo en forma de té o
en tabletas.
Diente de León
(o Taraxacon): las hojas son una fuente rica en calcio y magnesio. Ingerirla en
cápsulas o en forma de té.
Cola de caballo:
contiene siliconas en una forma de fácil absorción. Mejora la utilización del
calcio, fortalece los huesos y favorece la fabricación del colágeno.
Avena y paja de avena:
es una buena fuente de calcio.
Consuelda:
(Sínfito): una de las plantas con mayor contenido de calcio en el planeta.
La
siguiente es una excelente y muy antigua combinación, dirigida a tonificar los
huesos aportando calcio y otros minerales (buenos para fortalecer también las
uñas y los cabellos):
Combinar partes iguales (30 gramos de cada una) de las siguientes hierbas, para
750 cc de agua
PEREJIL (raíz y hojas)
BARDANA
COLA DE CABALLO
FUCUS
BERRO
DIENTE DE LEÓN
CONSUELDA
Hervir la mezcla con los 750 cc de agua durante 3 minutos, colar, guardar el
líquido filtrado. A la mezcla de hierbas volver a agregarle agua (500cc) y
hervir otros 3 minutos. Nuevamente colar y agregarle este líquido al primer
filtrado.
Exprimir o prensar las hierbas antes de que se sequen y el líquido obtenido
agregarlo al filtrado que había guardado.
Hervir el líquido así obtenido durante no más de 2 minutos y dejar tapado hasta
que se enfríe (se puede guardar en el refrigerador).
Beber todos los días una cucharada sopera en ayunas a la mañana y otra cucharada
a la noche, media hora antes de cenar.
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