Son muchas las razones por las que la lencería podría ayudar a hacer del acto
sexual algo más estimulante y gozoso, aunque no menos las que hacen que muchas
mujeres pudorosas se resistan a usarla.
Las excusas para esto, pueden ir desde las célebres afirmaciones que señalan que
elegir y ponerse esa ropa es una pérdida de tiempo, hasta aquellas que fríamente
dan a entender que de nada sirve, por ejemplo, un corpiño que no cubra los
pezones (¿quién dijo que para el sexo hay que ser práctico?).
No sólo para él
Por cierto que será fundamental que nuestra ropa interior erótica lo excite a
él, pero, lo primordial aquí, será que nos excite a nosotras. Para esto, nada
mejor que llevar la lencería bajo una vestimenta clásica, lo que agregará un
toque de trasgresión que provocará una emoción sensual, sobre la base de un
secreto oculto… ¡nadie se imaginará que debajo de ese traje de negocios tan
formal, se encuentran unas ligas rojas deslumbrantes!
Muchas veces, la ropa interior erótica no tiene nada que ver con otra persona,
sino que, muy por el contrario, puede servir para lograr una mayor sensualidad
en su propia vida, sentirse atractiva, y mantener el fuego despierto, al margen
de que haya o no un hombre. De hecho, la sola idea de mantener privada esta información
tan traviesa, podría ser también una manera de excitarse.
Incluso, es muy posible que esa compañera de trabajo tan reservada y aburrida,
esté portando actualmente unas medias de encaje o un baby-doll. Sin dudas que
esto la dejará pensando, y en efecto, estamos seguros de que durante su próxima
consulta a esa compañera, o a cualquier otra persona con apariencia muy formal,
tendrá en mente esta cuestión… ¿Por que no podría ser usted, entonces, quien la
use?
Mucho más importante de lo que se piensa
Por otra parte, tampoco debemos olvidarnos de la particular sensación que dan
las telas -con sus correspondientes texturas- con las que está confeccionada
la sensual ropa interior. El leve roce de la seda o los encajes que se
encuentran bajo su pollera, podrían darle un baño de erotismo en mitad del día,
e inspirarla posiblemente para la noche…
Cierto es que muchos hombres prefieren que sus damas lleven simplemente una
camiseta larga, o incluso una remera clásica blanca, sin ningún tipo de
inscripciones.
Todos tienen una opinión diferente de lo que es ser sensual y
atractiva, y por ello, no debería extrañar que algunos hombres amen verla sólo
con una remera o sudadera -o incluso sin ella- antes que con algún tipo de lencería.
Y es
que, debemos ser sinceras, sobre gustos no hay nada escrito, y nadie tiene el
poder absoluto para refutarle a un hombre que la ropa interior erótica es,
efectivamente, una pérdida de tiempo.
Sin embargo, estos hombres no conforman la totalidad del género masculino, por
lo que haremos referencia a esos muchos, muchísimos otros, a los que la lencería
puede despertar la mayor de las fantasías.
Un chiste recurrente, es que la
ropa interior erótica es la prenda más “rápida”, ya que no permanece mucho
tiempo en el cuerpo de una mujer… justamente porque muchos hombres no resisten
los impulsos que la misma les provoca en ese exacto momento.
La creatividad, un capítulo aparte
Existe una acción sensual que se asocia directamente a la de la ropa interior
erótica: la del strip-tease.
¿Por qué no animarse a hacerle uno a su ser amado?
De lo que estamos hablando, es de pensar en diferentes maneras de complacer y
sorprender a su pareja. Para esto, será clave la sorpresa.
¿Y que mejor persona
para romper el sensual secreto que mencionábamos antes, que su propio hombre?
La
mejor oportunidad para esto, sería incluso en medio de un ámbito social, en el
cual usted lo lleve a un lado para mostrarle, frente a su sorpresa, la nueva
adquisición que se encuentra estrenando: unas medias rojas de red y un sostén
con los pezones al descubierto, debajo del vestido más elegante.
Por cierto, no olvidamos que a muchas de nosotras nos cuesta aceptar nuestra
apariencia física, ya que nuestro exterior no siempre refleja lo que una
desearía internamente.
Sin embargo, podemos garantizarle que, en materia de
sexualidad, la lencería sólo podrá jugarle a favor, cualquiera sea su aspecto
físico, y podrá hacer que los ojos de su amado sólo se iluminen para su persona.
Recuerde que, en ese momento, usted es la única mujer que existe en el mundo
para él, por lo que sólo se trata de lograr ser lo más sensual posible, y no la
más sensual posible. Nada de lo que haya visto debería contar aquí.
Sin dudas se habrá dado cuenta que somos unas fervientes defensoras de la ropa
interior sensual. No creemos que haya excusas para que no la use, por lo que
debe dejar de lado los prejuicios y pudores…
¿Le resulta cara una prenda de Victoria’s Secret?
¿Por qué,
entonces, no ser un poco creativa, y reemplazarla por algunos artículos
diferentes que ya posea, igualmente sensuales, como unos zapatos de taco alto,
medias de streech, o simplemente, un osito de felpa?.
Juegue, busque, y
experimente. Pero no se olvide: en el sexo nunca es bueno ser rutinaria.
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