El día después de la separación

La ruptura marital puede ser uno de los más difíciles transes por los que pueda atravesar un ser humano. La recuperación no es sencilla, y depende de cada caso, pero las siguientes sugerencias podrán serle de suma utilidad.

Fueron muchos años
compartidos, pero lo impredecible finalmente sucedió. Sin importar cuan dolorosa
le resulte, el primer paso para una recuperación personal, será reconocer que la
relación ya ha terminado.

 Para lograr una
recuperación más rápida, será fundamental que, en reemplazo de los malos
sentimientos, surjan los recuerdos de los buenos tiempos. Además, si existe
algún asunto concreto que no ha podido ser resuelto, trate de resolverlo tan
pronto como pueda.

 Tal vez, el primer
momento no sea el más adecuado para ponerse en contacto con otra gente. La
reflexión interior puede en estas oportunidades ser más aconsejable que el hecho
de tener que enfrentar aquellos consejos que, sabemos, poco pueden mitigar el
dolor de la separación.

 Una buena forma de
descargar todos aquellos sentimientos negativos que permanezcan en su alma, es
conseguir un diario y escribir allí todo lo que está sintiendo. El mismo hecho
de escribir, es una buena manera de expresar sus sentimientos sin tener que
revelarlos a un prójimo.

 Pero por sobre todo, será
posible que racionalice gran parte de sus pensamientos, pudiendo evitar así que
sus sentimientos interfieran con la verdadera visión de la situación, y pudiendo
manejarse con pautas más claras y realistas. Evite asimismo pensar demasiado en
que fue lo que falló, hasta tanto no sienta que efectivamente ha logrado una
tranquilidad y maduración sentimental, que le permita ver más ampliamente los
errores cometidos por usted y su pareja.

 Algunos días más tarde,
una vez que sienta que ha podido lograr cierta estabilidad interna, póngase en
contacto con sus amigos, incluso con aquellos con los que no hablado durante un
largo rato, ya que, para completar cualquier recuperación, es fundamental el
apoyo de los buenos amigos. Permítase llorar. Los amigos que están a su
alrededor podrán ayudarlo mucho en todo esto. No tiene sentido que exprese lo
que no desea dar a conocer, pero es importante que sepa que cuanto más franco y
sincero sea, más desahogo sentirá.

 Una vez que logre estos
dos objetivos, es decir lograr cierta estabilidad emocional y poder expresar sus
problemas a sus amigos, será hora de salir a distraerse, y de comenzar a mirar
para adelante. Para esto, no sería malo que tome caminatas, se de algunos gustos
alimenticios (como comer chocolate), disfrute de una buena vacación, vea
películas de su autor favorito, o realice algo que goce hacer.  

Para esto, también será
muy conveniente que concurra a fiestas, funciones de cine o teatro, y realice
aquellas cosas que no podría haber realizado cuando se encontraba en el
compromiso de la relación. Esto le ayudará a encontrar la cara positiva de la
ruptura.

 Si todavía ve que es
incapaz de recuperarse, o se siente cada vez más deprimido, podría considerar
sumarse a un grupo de autoayuda o tomar sesiones de  psicoanálisis.

 No tome ninguna decisión
ni haga nada que a posteriori pueda lamentar. Tenga en cuenta que muchas de las
cosas por las que está atravesando son temporales, pero que varias de las
decisiones que tome tendrán una consecuencia inevitable en el futuro.

 Aunque suene una frase
hecha, tenga en cuenta que en toda crisis hay también una oportunidad. Tal vez,
su dolorosa separación fue el quiebre que necesitó para conocer al verdadero
amor de su vida. Por eso, comience cuanto antes a prepararse para conocer nueva
gente, realice más salidas con sus amigos solteros, tome algún curso al que
asista gente de su interés. En definitiva, dése a sí mismo la chance de
experimentar nuevas relaciones. La vida tiene aún mucho más para ofrecerle.