Una
vez bien seca empieza la parte
artística. Hay tres formas diferentes de estética como variante:
El Esponjado que
se logra dando golpecitos con la esponja. Es la mejor opción a la hora de
mezclar varios colores: cargar la esponja con color, apretarla bien contra un
plato hasta sacarle todo el excedente evitando manchones y aplicarla sobre el
objetivo. Es mejor aplicar colores dentro de la misma gama, y jugar con los
diferentes tonos.
El
Veteado que
después de que el color base , que no necesariamente debe ser claro, este bien
seco, hay que frotar la superficie con cera dura. Pintar con el segundo color, y
deja secar luego limpiar el excedente de pintura con un trapo, y listo.
El Craquelé
que
consiste en pintar todo con cola y secarlo con calor (secador de pelo). La cola
va a formar pequeñas grietas, que a la hora de volver a pintar y limpiar van a
quedar del color base.
Esponjas,
esténciles, pinceles o dedos, son los elementos que se pueden utilizar para
pintar. No en cambio el algodón porque deja mucha pelusa. Y con cualquier tipo
de materiales: pasta de zapatos, betún, temperas, acrílicos y pinturas
comunes. Pero nunca mezclar pinturas al agua con esmaltes o oleosas.
Usar
los pinceles poco cargados. Siempre es mejor volver a cargarlo que arreglar
manchones. Y antes de empezar sobre el trabajo final, practicar las pátinas en
cartón. No lanzarse a la pared hasta que estar bien seguro.