Jamás existieron
sociedades que no contengan en su seno a aquellos testigos privilegiados de sus
tiempos, cuyo trabajo posibilita a las generaciones futuras (y a las de sus
mismos tiempos) comprender más cabalmente la cultura de una determinada
sociedad.
Nos estamos refiriendo a
los escritores, estos artistas de la palabra que vienen dejando sus huellas
desde hace millones de años gracias a la palabra escrita, que ha podido
atravesar todos los tiempos y edades para que innumerables almas humanas en
libertad, pudieran plasmar sus ardientes sentimientos sobre miles de millones de
páginas.
Escribir implica realizar
un recuento organizado de pensamientos, para luego tomar nota de los mismos. En
este sentido, es verdaderamente extraordinario como las palabras vertidas en el
papel pueden, más adelante, llegar a ser para los lectores, algo más de lo que
el autor planifico, con un significado que sobrepasa también los límites del
medio al alcanzar al lector.
Pero no se necesita ser
un profesional de la palabra para largarse a escribir. De hecho, existe un
escritor en cada uno de nosotros, aunque no todos se dan cuenta de ese
potencial. Desde novelas épicas hasta las listas del supermercado, la escritura
está presente en muchos aspectos la vida de todas las personas alrededor del
mundo, uniendo la libertad de expresión con el conocimiento.
¿Para que escribir?
Existen muchos motivos
para escribir. Algunos escriben por el placer de poder auto- expresarse, otros
escriben por dinero, y casi todos para comunicar algo. Entender, en primer
lugar, los propios motivos para escribir, será fundamental para comenzar a
ponerse en contacto con su propio talento, o en algunos casos, para fortalecer
la expresión, aumentando así su habilidad para escribir.
Si ha leído algunas
entrevistas a escritores, probablemente este enterado que, incluso para los más
experimentados, la escritura no siempre fluye tan fácilmente como uno desearía.
La cuestión es aún más
complejo, ya que si una persona se presiona a sí misma para lograr escribir
algo, este mismo estrés podría causar que entre en un período de bloqueo, cuando
procure expresarse a sí misma por medio de la palabra escrita. Esto podría
suceder especialmente cuándo se trata de escribir por dinero, o por ejemplo en
el caso de autores que deben realizar cierto trabajo con fechas topes.
Pero la mayoría de los
escritores, que son amateurs y escriben únicamente por placer, generalmente
tienen menos presión para realizar sus redacciones, y por lo tanto son capaces
de permitir que el flujo de palabras surja más libremente.
Convirtiéndose en escritor amateur
Por eso, alcanzará con
que aclare un poco sus pensamientos, y simplemente se concentre en
tranquilizarse y relajarse para prepararse a escribir. Luego, solo deberá
permitir que sus pensamientos vaguen pero siempre hacia una determinada
dirección, ya que si usted sólo se limita a mantener sus pensamientos sin un
mínimo orden u objetivo, se arriesgará a que los mismos se dispersen.
También, será muy
importante que encuentre un ambiente cómodo para escribir. A menudo, escribir en
un lugar clamo y con quietud, puede facilitar la concentración. Sin embargo,
esto es algo muy subjetivo, ya que lo más importante es que el ambiente de
trabajo sea útil para usted. De hecho, muchos escritores prefieren sonidos de
fondo, como por ejemplo determinada música, que podría inspirarlos para escribir
una cierta temática.
Pero lo que es seguro, es
que el ambiente en el que se encuentra puede ser determinante, y hacer una gran
diferencia si de escribir se habla.
Ciertas “tormentas de
ideas” y/o resúmenes de pensamientos, también podrían ser muy útiles para
comenzar su escritura. De lo que aquí se trata, es de organiza los pensamientos
sueltos en un papel, para que, luego, su tarea de escritura sea menos costosa.
Esto es especialmente útil en el caso de los ensayos.
Siempre es muy importante
tener a mano un diccionario y otro de sinónimos, ya que estos libros son
extremadamente útiles para ayudarle a poner en palabras ciertas sensaciones o
pensamientos. Tenga en cuenta que, aunque cuente con un gran léxico, siempre
habrá alguna palabra nueva para incorporar a su escritura.
La computadora también
puede darnos una gran ayuda en este aspecto, mediante la función de diccionario
f7 o de sinónimos shift+f7 en el procesador de textos de Windows,
o mediante sites tales como
www.diccionarios.com, donde se pueden consultar palabras y sinónimos con
mayor rapidez, lo cual consume menos tiempo, es más practico, y no corta la
inspiración, aunque cierto es que estos programas no son útiles para todos.
Pero desde aquí, creemos
que la gasolina de un escritor, antes que el ambiente, la técnica, o la
experiencia, tiene que ver con la misma pasión, aplicada también a la escritura.
De hecho, muchas veces,
especialmente cuándo el dinero llega a ser el motivo principal, es fácil de
perder de vista la pasión por la palabra escrita, y esta maravillosa práctica
podría incluso llegar a ser tediosa durante casi todo el tiempo.
El dinero puede ser un
estímulo maravilloso, pero escribir sólo por amor a la escritura, como lo hacen
la mayoría de los escritores amateurs, casi siempre hace que las palabras fluyan
más libremente.
Recuerde que, aunque
jamás haya agarrado una pluma, existe igualmente un escritor dentro de usted.
Trate de liberar toda su expresión contenida, y, tal vez, llegue a sorprenderse
al encontrar todo el talento que permaneció oculto durante tantos años…