Quienes practiquen esta danza deberán tener en cuenta ciertos recaudos:
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Primero que nada, jamás se debe practicar con el estomago lleno, pues han
existido casos en que se registró una parálisis de la digestión con las
dolorosas consecuencias que ello implica. Lo ideal es no comer en las 2 horas
previas a su práctica y, si se es de digestión lenta, 3 y hasta 4 horas.
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Beber mucha agua, porque se pierde mucho liquido a trabes del sudor y sobre
todo se eliminan toxinas, así que es esta la excusa ideal para incorporar los
aconsejados dos litros. -
Hay un detalle que muy pocos parecen tener en cuenta: por medio del sudor se
eliminan grandes cantidades de toxinas, que son substancias toxicas expulsadas
por el cuerpo hacia fuera. Estas toxinas, junto con el sudor, quedan en la
superficie de la piel y en la ropa de práctica, así que siempre se aconseja
llegar a casa y regalarnos un reparador baño, y no volver a utilizar las
prendas transpiradas, porque estaríamos volviendo a poner en contacto a
nuestro organismo con esas toxinas ya eliminadas.
Para finalizar, y ya desde la óptica espiritual, es muy común que empieces a
sentirte mas emotiva que lo normal, llores sin motivo aparente y tengas la
sensación de que algo está cambiando.
No
te asustes, esta danza mueve energías que producen desbloqueos emocionales, y el
despertar de la percepción hacia el mundo de lo sutil, lo bello, emotivo y
delicado. No trates de encontrar explicaciones racionales, date tiempo y verás
cómo esta terapia repercute positivamente en tu vida.
* Si
lo deseas, puedes escribir a la autora a
[email protected]