La conjuntivitis es una infección muy
contagiosa, que suele aparecer sobre todo en la primavera y otoño. Según
afirman los expertos, esta condición es producida por una infección ocular que
se produce por una inflamación en la conjuntiva, una fina y translúcida
membrana que tiene la función de recubrir la parte blanca del ojo, así como
también el interior de los párpados.
Los síntomas más evidentes de esta
enfermedad, que todos hemos padecido en alguna oportunidad, son ojos colorados
que pican y arden, los cuales suelen lagrimear, y en los que las pestañas se
pegan entre sí.
Diferentes
tipos
Existen varios tipos de conjuntivitis: virósicas,
bacterianas, o alérgicas. Y las mismas, pueden también ser o no ser
infecciosas. En el caso de las conjuntivitis no infecciosas, las alergias son
las causas más frecuentes que las provocan.
El síntoma más habitual entre aquellas
personas que se hayan contagiado una conjuntivitis no infecciosa, es que
padezcan a menudo una fuerte picazón en los ojos. Quienes son alérgicos pueden
contraer conjuntivitis con el sólo hecho de entrar en contacto con ciertos
maquillajes, o incluso con el polen de las flores.
Pero no hace falta está condición de
alergia para generar una conjuntivitis por elementos en el exterior, ya que en
muchos casos la misma se provoca simplemente por el contagio debido a la
utilización de lentes de contacto, en especial aquellos de uso prolongado, o
bien por la exposición al humo o a determinados aerosoles cuyos compuestos químicos
son muy nocivos para el globo ocular, y es por ello que las mismas se denominan
“conjuntivitis químicas”.
La conjuntivitis suele en principio
afectar uno solo de los ojos, pero como su nombre lo indica, esta infección es
muy contagiosa, y por lo general suele extenderse rápidamente a ambos.
En algunos casos, esta enfermedad puede
llegar a tener otros síntomas además de las condiciones oculares anteriormente
descritas, como por ejemplo dolores de garganta, otitis, fiebres y/o secreciones
nasales. En algunas oportunidades, puede incluso agravarse al producir lo que se
denomina “hemorragias conjuntivales”, las cuales le dan al ojo una
coloración rojiza muy intensa.
Mayor en los bebés y niños
Quienes suelen padecerla en muchas
oportunidades, son aquellos bebés recién nacidos, que pueden contagiarse la
infectados por la bacteria gonococo, que se encuentra en el canal de parto, lo
que los lleva a tener una condición conocida como “oftalmia neonatal”, la
cual debe ser curada de inmediato para así poder preservar intacta la visión
de estos bebés.
Por eso, es fácil advertir que este tipo
de conjuntivitis es la más perjudicial, pues el gonoco es una bacteria que
puede llegar a causar ceguera o afectar sensiblemente la capacidad visual de
estas criaturas. Sin embargo, la misma se puede prevenir fácilmente en la sala
del parto, tan solo aplicándole unas gotitas al bebé recién nacido.
Pero además de los bebés, los chicos
suelen ser también ser una población muy proclive a contraer conjuntivitis, a
menudo por la exposición al cloro en las piletas de natación, así como también
por el contacto con objetos contaminados, como por ejemplo las toallas, los
juguetes, o los teclados de las computadoras.
Previniendo
la conjuntivitis
Con el fin de prevenir la conjuntivitis,
debería tener muy en cuenta lavarse, usted o su hijo, las manos de forma
cuidadosa y frecuente, y secarse siempre con toallas individuales. Las sábanas,
por su parte, deben ser cambiadas con frecuencia.
Asimismo, se debería comprobar siempre
que el agua de las piletas de natación tenga el cloro adecuado para matar las
bacterias, y sería conveniente tocarse los ojos lo menos posible, y no rascárselos
nunca.
Por supuesto, no debería besar ni abrazar
a las personas que estén infectadas, y debería, en lo posible, lavar todos los
objetos que hayan estado en contacto con esta gente.
Curando la conjuntivitis
ya apareció
a.
Conjuntivitis Alérgicas y Bacterianas
Si usted o alguien de su familia han sido
afectados por conjuntivitis alérgicas o bacterianas, es fundamental, en primer
lugar, que higienice los ojos colocándoles una solución fisiológica con un
gotero, pero nunca con algodón, que ya que podrían quedar restos en los ojos,
los cuales serían nuevas fuentes de infección. Si los párpados están
pegados, podría despegarlos con una gasa embebida en té.
Luego, la curación se realiza colocando
colirios en los ojos. Para esto, se deben separar cuidadosamente los párpados,
y colocar las gotitas evitando que el ojo toque el gotero, o el extremo del
envase. Es aconsejable, además, que se traten ambos ojos, pues existe una gran
posibilidad de que se efectúe un contagio entre ambos.
De hecho, si bien las conjuntivitis
bacterianas son muy contagiosas, los especialistas señalan que las mismas no
son en absoluto graves. Por eso, alcanzará esta solución de colirio, que no
contenga corticoides, para poder curarla.
Eso si, se deberá seguir utilizando este
colirio hasta uno o dos días después de que el ojo se vea limpio, y con la
misma frecuencia, pues si se interrumpe el tratamiento, se corre el riesgo de
que la conjuntivitis vuelva a aparecer, incluso de manera más fuerte.
Además, si se utilizarán goteros, estos
deberían estar esterilizados, y el ojo infectado no debería tocar a los
mismos. En el caso de que su utilicen antibióticos, el ojo tampoco debería
entrar en contacto con sus frascos.
Por último, no debería aplicar nunca ungüentos
ni remedios caseros, los cuales podrían perjudicar el problema. De hecho,
siempre debe consultar su médico antes de utilizar cualquier medicamento.
b.
Conjuntivitis Virósica
En el caso de que la conjuntivitis sea del
tipo virósico, se debe saber que las mismas no tienen tratamiento. Según
afirman los especialistas, sólo se debe esperar y no hacer nada, pues los síntomas
se irán yendo poco a poco, o incluso de un día para el otro.
La duración de los síntomas varía de
acuerdo al tipo de conjuntivitis. Habitualmente, las conjuntivitis virales
suelen irse en período de mejoran de siete a diez días, mientras que aquellas
producidas por bacterias, pueden durar entre 48 y 72 hs, luego de iniciado el
tratamiento.
Por supuesto que ojos rojos, fiebre, o
dolor de garganta, tampoco significan directamente conjuntivitis. Por eso, si
aparecen algunos de estos síntomas se deberá, siempre, consultar al médico.
Por último, sería bueno que sepa que el
contagio de la conjuntivitis se puede producir hasta que la secreción
desaparezca, por lo cual sería bueno que no usted o los miembros afectados de
su familia no vuelvan a los ámbitos sociales antes de que esto ocurra.