Luego de
revolucionar el mercado bursátil con sus teorías, Charles Dow separó los índices
de las acciones industriales y las acciones ferroviarias para poder anticipar el
comportamiento del mercado.
Esto era así por que su teoría requería que para validar una tendencia en un
índice, necesitaba ser confirmado mediante el otro, y viceversa. De allí se
pudieron deducir dos importantes puntos:
– Un mercado alcista comienza cuando la tendencia en alza de un índice se
confirma por el comienzo de una tendencia en alza en el otro índice.
– Un mercado en
baja comienza cuando una tendencia en baja de un promedio es confirmada por el
comienzo de una tendencia en baja en el otro promedio.
En cambio, si en un índice se
encuentran signos de un cambio de tendencia (picos más bajos que los anteriores
en un mercado en alza, por ejemplo), pero estos signos no se encuentran en el
otro índice, se presume que la tendencia no se revertirá.
La importancia
de las acciones ferroviarias ha disminuido significativamente en los últimos años,
por lo que ha sido reemplazado por el Índice de Transporte de Dow Jones.
Volumen
Aumentos del
volumen durante las bajas, y poco movimiento durante las subas, indican que hay
más compras de las que deberían dentro del mercado.
Caso contrario,
si existe poca actividad en las bajas e incrementos del volumen durante las
subas, esto significará que se está en un mercado sobrevendido.
Cambios en la
tendencia
Una tendencia
siempre debería ser considerada como “intacta” hasta que haya una señal
clara de que ha comenzado una tendencia opuesta.
Utilizando el Dow
No existen
sistemas infalibles para acertar en el mercado, y la Teoría de Dow se creó
solo como un indicador que puede adelantar el ciclo de un negocio.
En este sentido,
la misma se debe utilizar meramente como un indicio de la dirección de una
tendencia primaria, a ser tomada en cuenta cuando se negocie con acciones.