Los abuelos son,
sin lugar a dudas, algo raza especial. Al igual que la mayoría de los seres
humanos buscan ganar en lo suyo, pero en su caso son capaces de hacer cualquier
tipo de sacrificio, con tal de ganar el título de “gran abuelo”, por
parte de sus nietos, y poder impartir así toda su sabiduría y ofrecerles el
mejor legado desde lo más profundo de sus corazones.
Los abuelos
entrevistados vía mail por En Plenitud, señalaron que lo que más aprecian de
su papel, es en efecto el hecho de ser una persona que puede gravitar mucho en
la vida de sus nietos, y concordaron en que el nacimiento de un nieto no
garantiza que ellos serán buenos abuelos, sino que este es un rol que, al igual
que la paternidad, se debe aprender en la práctica, y a medida que se crece,
pero que bien vale el esfuerzo.
Desde lo más profundo de
sus corazones
Sergio López,
de Buenos Aires, Argentina, señaló que se preguntó alguna vez que sería lo
que le legaría a sus muchos nietos, pero dudó poco en contestar, con firmeza,
que sería la integridad, la honestidad y la palabra.
Sergio señala
que estos rasgos quizás parezcan algo anticuados, pero que son todo lo que
necesitan, en grandes dosis, las personas para poder vivir, y cambiar, el
complicado mundo actual. Por eso, Sergio espera que ninguno de sus nietos deje
de tener en cuenta estos valores.
Jorge Iparraguez,
de Tenerife, España, no ve con demasiada frecuencia a sus nietos, pues sus
hijos se han mudado a Portugal por razones laborales. Pero afirma que piensa muy
a menudo de ellos, y que su mejor legado sería infundarles la importancia de
conocerse a sí mismos y conocer al mundo que los rodea, siendo para lo primero
muy importante prestar atención a los sentimientos, y para esto último muy
importante la instrucción.
Susana Suárez,
otra abuela pero proveniente de San José, Costa Rica, afirma que el obsequio de
corazón que le daría a sus nietos sería el legado de “la admiración”,
pues gracias a este obsequio, ellos
entenderían mejor el asombroso milagro de ser ellos mismos, y de todas las
persona que existen en el mundo. Aprenderían además, señala Susana, que todos
somos una parte que conforma este majestuoso planeta, y que nosotros estamos aquí
para ayudarnos y amarnos el uno al otro.
Compasión, risa
y amor son las cualidades qué más describen a Carola Kramer, de Lima, Perú,
señala ella misma. Por lo tanto, parece natural que esta dulce abuela quiera
dar esos mismos obsequios a sus nietos. Carola señala que la compasión es lo más
importante, ya que gracias a ella es posible cambiar al mundo. Pero el sentido
del humor, también es muy importante, porque ayuda a mantener en ritmo al
cuerpo, y cuándo se cuenta con eso, no hay estrés que pueda vencer.
Ramona Cost, de
Quito, Ecuador, dedica casi todo su día a Daniela, su talentosa nieta de sólo
10 años, y afirma haber llegado a ser una mejor persona durante sus años
maduros. Posiblemente, a causa de su cercana relación con Daniela y su hermana
Graciela, que le ha dado además la oportunidad de inspirarlas a llegar a lo más
alto.
De hecho, Ramona
admite no haber sido siempre la misma persona ni haber sido un modelo en su rol.
Pero a medida que creció logró mejorar mucho su forma de manejarse con los demás,
en muchas oportunidades gracias a la experiencia que le dio su rol de abuela.
Así aprendió,
no sin dificultades, a controlar su temperamento, cuidar de los demás, y llegar
a ser una persona más generosa. Por eso, por sobre todo, cree que fue el
prematuro nacimiento que de Daniela quien descubrió todos estos rasgos, que de
algún modo se encontraban, aunque inactivos, en ella.
Con todo,
aquellos rasgos que definían a Ramona como una persona dura, fueron uno de los
mejores legados que ella pudo darle a sus nietas, pues algo que ella jamás
abandonó y pudo darles a Daniela y Graciela fue una gran confianza en sí
mismas, pues, según dice Ramona, si una persona tiene eso, ya puede enfrentar
todo lo demás.
Otro abuelo,
Jorge Hicks, de México D.F., llegó a ser abuelo este año por primera vez. Su
legado para su nuevo nieto sería la fuerza y determinación interior.
Pero el legado
que ningún abuelo debería olvidar, creen muchos, es tan simple y sencillo como
dar un incondicional amor, para lo cual será importantes escribirle y hablarles
tan a menudo como sea posible. Con ese modelo, ellos también serán los mejores
abuelos.