Son muchos quienes dan
cuenta de su incomodidad para desnudarse frente a otra persona, incluso su pareja, pues afirman sentir una verdadera vergüenza acerca de
su cuerpo.
Sucede que muchas personas están
realmente acomplejadas por su cuerpo: si sus senos son demasiado pequeños, sus testículos
están demasiado curvados, su pene es demasiado pequeño, o simplemente si tienen
demasiado celulitis, entre muchas otras cuestiones.
Estos pensamientos son bastante más
normales de lo que muchos pueden creer, y de hecho se cuentan por cientos de
miles las personas que los suelen tener. Pero lamentablemente, estas consideraciones
provocan a menudo no sólo una incómoda sensación, sino también la falta de una verdadera
experiencia sexual donde se pueda intimar y gozar junto a otra persona.
Así, en lugar de, sencillamente,
ser capaz de gozar físicamente con una pareja, una persona puede gastar su tiempo
y energía preocupándose por si su pareja le advertirá su ”problema” en las áreas
que lo acomplejan, o si esta persona lo/a encontrará o no sexualmente
atractivo.
Desnudarse del problema
Para disminuir esta preocupación, podría
comenzar a desnudarse en la total oscuridad. De esta manera, ambos serán capaces
de experimentarse el uno al otro, sin la presión agregada de la visión ocular.
Así, dentro de la seguridad que
puede brindar la oscuridad, se podrá comenzar a explorar el cuerpo de la pareja.
Sienta todas las curvas. No deje ningún milímetro sin tocar. Utilice las manos
para estudiar los cambios en la textura a través de todo el cuerpo de su pareja.
Después de que haya practicado
explorando todo el cuerpo de su amante en la oscuridad, y se sienta casi como
un experto de su anatomía, ya estará listo para ingresar en la etapa dos. Esta
fase implica el hecho de desnudarse frente a una luz.
Antes que nada es necesario señalar
que, irónicamente, si bien todos saben que la intimidad implica muchos
aspectos, uno de los cuales incluye sentirse cómodo frente a su pareja, muchas
personas mantienen su relación sexual con su ser íntimo sintiendo a menudo que esta
persona les ‘evalua’ los genitales.
De la misma forma, otros señalan
que se incluso se sienten más sensuales cuando su pareja no los ve como seres
sexuales. Por lo tanto, cuando todas estas personas están en la completa oscuridad,
se sienten más protegidas, pues la oscuridad les da la ilusión de que nadie los
puede ver, y esta ilusión actúa para reducir su ansiedad con respecto a la
imagen de sus cuerpos.
Pero parte del placer sexual, proviene
de una aceptación de sí mismo. Incluso, se podría afirmar que permitirse sentirse
vulnerable frente a la pareja íntima, eleva la experiencia del contacto. Como
se dijo antes, muchas personas que tienen aversión a la luz abrigan en el fondo
un temor al hecho de que si la otra persona los podría ver tal cual son, quizás
ellos no serían tan atractivos.
Y sin embargo, en su mayor parte,
este temor es irracional. Su pareja, a diferencia suya, aprecia su cuerpo en su
totalidad, o en el caso contrario, esta no querría mantener una relación sexual
con usted. Y nuevamente, parte del buen sexo requiere de una verdadera
aceptación de su propio cuerpo, por lo que estar a oscuras sólo será una
solución transitoria.
Con todo, si no puede lograr
sentirse cómodo estando desnudo frente a otras personas, incluso su pareja, trate
de realizar el ejercicio que le proponemos a continuación (tenga en cuenta que
aquellas personas que ya se sienten muy cómodos estando desnudos en la luz,
también podrán aprender algo de este ejercicio, por lo que nadie debería de
probarlo).
Para llevarlo a cabo, sólo
necesitará contar con una linterna y un ambiente oscuro. Así, utilizando esta pequeña
linterna, preferentemente del tamaño de un bolígrafo, rápidamente la girará señalando
alguna parte del cuerpo de su pareja.
Con la luz en foco, examine esa
parte del cuerpo. Apague la luz, y tómese un momento como para sentir tactilmente
esa parte del cuerpo en la oscuridad. ¿Cuáles son las diferencias que advierte
cuando pierde el sentido de la vista? ¿Qué advierte cuando es capaz de ”ver”?
Allí podrá ver que la excitación va mucho más allá del estado físico, lo cual
podrá aplicar a su persona.
Repita este ejercicio hasta que
haya examinado todas las partes del cuerpo de su pareja, milímetro por
milímetro. El beneficio que brinda este ejercicio, es que a través de él, se
puede disfrutar, en tranquilidad, de la intimidad que brinda la oscuridad, pero
sumando los beneficios de las luces.
Después de pasar varias horas
explorándose el uno al otro los cuerpos de su amante mediante este método, podrá
variar los juegos, utilizando, por ejemplo, la misma linterna para jugar a
doctor. En esta ocasión, la linterna se utilizará para examinar ‘clinicamente’
las partes del cuerpo de su pareja. Esto es importante porque el doctor
necesita algunas maneras de cerciorarse que nada está mal… Finalmente, los
instrumentos de examen del doctor podrán incluir las manos, la boca y los juguetes
sexuales.