El
inolvidable Benny Hill nació un 21 de enero de 1925, en Southampton, un barrio
de clase obrera de Inglaterra, bajo el nombre de Alfred Hawthorn Hill. De chico,
comenzó trabajando como lechero y tambero, antes de mudarse a Londres, lo que
hizo a la edad de 16 años.
Fue
justamente a esa edad, en el año 1941, cuando Benny realizó su primera actuación
como cómico, encabezando una trouppe de doce encantadoras señoritas, en la
producción de Stars en Battledress. La obra se realizó en el teatro Jack Benny,
y fue allí de donde Hill tomó su nombre, para luego presentarse como
comediante siguiendo la tradicional ruta de muchos cómicos, es decir mediante
presentaciones en los music halls y clubes nocturnos.
Ya a mediados de
los años cincuenta, Benny comenzó a aparecer en una variedad de presentaciones
para el canal de televisión British Broadcasting Company (BBC). De hecho, sus
verdaderos comienzos en televisión fueron en este mismo canal, donde tuvo
apariciones esporádicas hasta 1968, año en que realizó una breve temporada en
el canal ATV.
Sus primeros
trabajos fueron toda una referencia de su estilo. Algunos de los programas de la
BBC se recuerdan muy especialmente por las muy inspiradas imitaciones,
generalmente hilarantes, de verdaderos iconos de la televisión inglesa tales
como Hughie Green (de la gran serie Opportunity Knocks) y Alan Wicker de la
serie de viajes Wicker’s World, que Hill hacía con total ductilidad.
Si bien todo su
material fue original, muchos críticos de arte señalan que Hill estuvo muy
inspirado en el artista cómico norteamericano Red Skelton, ya que como él,
Hill solía usar golpes y pantomima con una serie de recurrentes personajes cómicos.
Asimismo, Hill adoptó algunas rutinas de los últimos programas de Skelton,
emitidos entre 1951 y 1971, “Good night, God bless” (Buenas noches, Dios
bendice”). Sin embargo, Hill agregó más chistes verdes y energía, por sobre
el sentimentalismo de Skelton.
Su popularidad
en el Reino Unido, de cualquier forma, creció gracias a una serie de
extravagantes propagandas para televisión, con lo que Hill comenzó a aparecer
regularmente en los canales de televisión, tomando también, aunque de forma
ocasional, papeles en películas.
En efecto, para
1956, hizo su presentación cinematográfica en Who Done it? (¿Quién lo
hizo?), una comedia que en realidad fue bastante decepcionante, la cual lo mostró
en el papel de un estrafalario detective privado. Sin embargo, llegó más tarde
a trabajar incluso en producciones internacionales, como Those Magnificent Men
in Their Flying Machines, en 1965, (Esos magníficos hombres en sus máquinas
voladoras) y Chitty Chitty Bang Bang, en 1969.
Ese
mismo año, Hill firmo un contrato con el canal de Televisión Thames, en el
cual acordó hacer sólo cinco o seis especiales por año. Pero sería
justamente de estos especiales, que nacería la criatura que lo hizo famoso en
todo el muerdo entero, El Show de Benny Hill.
Benny
Hill sale al mundo
La serie que se
emitía en Thames, estaba hecha casi a medida de Beny Hill, pues allí el
comediante manejaba todos los sketches, pudo agregar dibujos, hacer rutinas de
la slaptick comedy, así como payasadas, gags, y pantomimas, propias de las películas
cómicas mudas.
Hill era un
verdadero experto en bufonadas y payasadas, pero tuvo la habilidad de agregarle
a todo ello un tinte sexual, incorporando a sus programas a una gran cantidad de
hermosas y altas chicas que eran constantemente miradas de forma lasciva por
Hill y su disparatado grupo de estereotípicos hombres ingleses, como Henry
McGee, Bob Todd, Jackie Wright y Nicholas Parsons. Wright fue particularmente
recordado, pues este pequeño y calvo hombre, invariablemente se presentaba como
bombero o vaquero, dos papeles que contrastaban enormemente con su pequeña
figura.
A menudo, Benny
Hill interpretaba una serie de figuras como el fugaz Profesor Maravilla, un
vaquero, el Capitán Fred Schutle y a miembro del coro de bomberos. Sus marcas
registradas incluían un acento alargado, como el de los norteamericanos del
sur, u otras versiones “inglesas” del modo de habla, un saludo muy
particular, y a menudo una chaqueta abrochada y muy apretadamente al pecho. Sus
canciones y rimas solían conjugarse con la mirada de un idiota feliz que
constantemente se tornaba en miradas de reojo, o bien lascivas, cuando estaba
frente a sus señoritas.
Ya
para 1979, muchas de las comedias inglesas de una hora de duración fueron diseñadas
para durar media hora, lo cual las pudo introducir en varios países del mundo,
más habituadas a este tipo de duración en los programas. Sin embargo, lo que
la mayoría de las audiencias que viven fuera del Reino Unido conocen como el
mismo “Show de Benny Hill”, fue de hecho una serie de compilación de 111
episodios de media hora, compuestos de sketches y números de dibujos que la
British ITV produjo durante veinte años, es decir desde 1969 a 1989.
Esta
serie con el tiempo se convirtió en un programa de culto, haciendo de Hill el cómico
inglés más popular en todo el mundo. En Latinoamérica, también fue muy
aplaudido el excelente doblaje que realizó el locutor argentino Ernesto Frith,
cuya voz pasó a ser una de las características de la serie.
Así,
la compilación de la serie se vendió incluso en más de 90 países, doblándose
a cada uno de sus idiomas, incluyendo Rusia y China, que normalmente no
compraban productos culturales ingleses. Sin embargo sucedía que gran parte de
esta serie se basaba en bromas y humor visual, que podía ser compartido por
audiencias de todo el mundo.
Además,
aunque muchas de las payasadas y bufonadas que exhibía el show fueron
considerados por los críticos como lascivas, vulgares y sexistas, el programa
ganó inmediatamente un mercado internacional y permaneció exhibiéndose, en
canales de aire y cable, incluso durante los años noventa.
En
el Reino Unido, el programa fue cancelado en 1989. Poco se pudo saber de Benny
Hill a partir de ese momento, pues el totalmente extrovertido personaje que se
mostraba en cámara, distaba mucho de la persona real, que era sumamente
reservado en su vida privada, hasta tal punto que trataba de evitar los lugares
públicos tanto como le era posible, al margen de que una de sus grandes
pasiones de la vida era viajar a través del país y hacia el extranjero.
El
20 de abril de 1992, luego de cumplir 67 años y siendo todavía muy recordado
por el exitosísímo programa que había dejado de hacer hacía tan sólo tres años,
Hill falleció de un infarto repentino, el cual sufrió en el modesto
apartamento en el que vivía en soledad.