Según
estiman los especialistas, una persona de mediana edad debería ahorrar como mínimo
un diez por ciento de sus ingresos para asegurarse un retiro confortable. Pero
para aquellas mayores de 50 años que no han ahorrado hasta entonces, sería más
apropiado ahorrar del 15 al 20 por ciento.
En
efecto, existe mucha gente que no se ha hecho el compromiso, durante su vida
laboral, de llevar a cabo un plan de retiro adecuado para obtener una suma al
tiempo de retirarse, por lo que, cuando empiezan a buscar hacerlo al terminar su
vida laboral, encuentran mucho más difícil hacerlo.
Muchas
personas tiende a fiarse de la Seguridad social, pero eso no debería
tranquilizarlos mucho, sobre todo en Latinoamérica.
Otros,
simplemente no piensan en el largo plazo, teniendo un concepto de vida que no va
más allá del consumo actual. Así como nadie les informó acerca de la
importancia de ahorrar para la jubilación, y ellos no se preocuparon en
saberlo, encuentran mayores dificultades a la hora de comenzarlo, cuando ya están
terminando su vida laboral.
También
es posible que en estos tiempos de crisis, el dinero siempre se le resbale entre
dedos. O que, con una familia, deudas y los gastos de una casa, sus ingresos
nunca alcancen para llegar bien a fin de mes.
Tal
vez, el estilo y filosofía de vida sean “vivir el presente, de la forma más
grande, mejor, y rápida posible”.
Pero
cualquiera sean las razones, siempre llegará el día en que esta gente se
despertará y se dará cuenta que su cuerpo y energía no le responden como
antes para afrontar todas las actividades, y es allí cuando seguramente se
acordarán de la jubilación. ¿Qué se podrá hacer entonces en ese momento,
cuando ya no sea tan temprano para ahorrar?
Comenzando
a recuperar el tiempo perdido
Según
los especialistas, existen cuatro medidas básicas en las que se puede pensar en
el presente:
1.
Hacer una planificación realista en donde se esté dispuesto a vivir con menos
ingresos durante la jubilación
2.
Estar dispuesto a invertir en colocaciones más arriesgadas, es decir más
acciones de compañías y menos bonos públicos (aunque esto también le puede
hacer perder, por supuesto).
3.
Ahorrar más. Para este último y sensible punto, existen varias sugerencias.
Por
empezar, será bueno reducir la casa y el coche, lo cual es otra manera de
ayudarse a ahorrar dinero en expensas, impuestos, patentes, etc.
A
veces, la gente compra demasiadas casas, lo cual es una inversión segura, pero
a menos que estén en alquiler suponen varios gastos que nunca se recuperarán,
como los impuestos o la pérdida de interés sobre el capital, por ejemplo.
De
la misma forma, comprar autos más baratos o usados, salir a comer menos afuera,
y tomar vacaciones menos costosas podría ser otra forma de ahorrar.
Por
último, se debe tener en cuenta que podría necesitarse ahorrar para la educación
de los chicos, pero este monto debe ser pensado en función de los gastos de
apuntes, textos y transporte, pues no es necesario mandar a los hijos a escuelas
privadas, que no son mejor que las públicas.
La
importancia de un presupuesto
La
cuestión más importante, en todos los casos, deberá ser revisar los gastos
para ver cuales son superfluos y se puede cortar o controlar mejor.
En
ese entonces, será tiempo de formular un presupuesto, algo en lo que muchas
personas fallan al administrar su casa. Lo más importante respecto a establecer
este presupuesto, es que el mismo fuerza a tomar decisiones beneficiosas, por lo
menos al largo plazo.
En
este sentido, será fundamental fijar qué es lo importante para usted. Esto
podría ir desde ahorrar para la jubilación, la educación de los hijos o
nietos, o alimentar un negocio que posiblemente de dividendos en el futuro.
Sabiendo esto, podrá administrar mejor sus ingresos, más allá del punto para
los que los utilice.
Cree
un mecanismo para ahorrar dinero, el cual podría ir desde los planes públicos
y privados de jubilación hasta otro tipo de inversiones. Como mínimo, en todo
caso, cree una cuenta separada para depositar un dinero que no debería ser
gastado.
Si
tiene dificultades económicas, o dificultades para ahorrar, debería comenzar
ahorrando pequeñas cantidades de dinero. Será como pasar una dieta y hambre,
pero dará beneficios luego de un tiempo…
Para
esto, lo ideal será poner ese dinero en un lugar dónde sea inaccesible, como
un banco lejana, una cuenta con un cargo de deducción especial para cada acceso
a la cuenta, o un largo plazo fijo.