Muchos
son los que hablan de la metafísica como de algo oscurantista y retrógrado,
pero lo cierto es que esta disciplina –otrora parte de las corrientes
principales de la filosofía- comparte con muchas otras, más tradicionales y
aceptadas, una gran cantidad de conceptos. Entre ellos, se pueden destacar las
similitudes con la física al investigar la “energía” física, o con la
comunicación, al tener en cuenta el concepto de aura (el “Aquí y ahora”, lo
irrepetible).
De
hecho, la metafísica es muy popular pues explora conceptos tales como la cura,
la muerte y la vida después de la muerte, el mundo del espíritu, el tarot, la
meditación, la astrología y todo lo sobrenatural, todas cuestiones que han sido
un grandes interrogantes de la humanidad a lo largo de los años.
La
metafísica está también ligada al mundo de la parapsicología, y a la
investigación en el campo de la telepatía. En este caso, se utilizan las
palabras de forma diferente a la habitual, teniendo muy en cuenta su forma y
estructura. Los acontecimientos y los milagros sobrenaturales también se unen
con la metafísica, y son clasificados generalmente teniendo en cuenta sus
principios.
Comenzando a aprender sobre metafísica
Generalmente,
los principiantes encuentran que los mejores lugares para reunir información
acerca de estos misteriosos temas, suele ser en las conferencias o talleres
locales. Otros ámbitos pueden ser las bibliotecas, o las personas interesadas
en los conceptos del “new age”, como lo podrían ser los instructores de yoga,
los terapeutas de masajes, los astrólogos, los médium, o cualquier otra persona
que trabaje con la energía y la curación.
De
hecho, el camino al conocimiento suele estar guiado mediante clases o
conferencias llevadas a cabo por los profesionales anteriormente mencionados,
siguiendo tópicos que pueden ayudar a llamar la atención de los alumnos de la
metafísica. Entre los mismos, se destacan el llegar a ponerse en contacto con
los guías espirituales, desarrollar habilidades de médium, reorganizar la salud
y el hogar mediante el Feng Shui, escuchar voces de ángeles, leer e interpretar
las auras humanas, o utilizar el tarot para desarrollar las relaciones
personales, entre muchas otras cuestiones.
Una
vez que se comiencen a conocer algunos de estos temas, se necesitará también
una mente más clara y abierta, para permitir que la información que está
disponible se pueda llegar a registrar. En esta etapa será fundamental el apoyo
de un amigo, maestro, padre, etc., especialmente en los casos de aquellos que
no son tan religiosos, y son de hecho bastante escépticos acerca de estos
temas, por lo que quieren estar más convencidos de su contenido.
La importancia de la terminología
Una
terminología adicional es siempre útil para los estudiantes de metafísica. Es
importante que sean capaces de saber qué significan ciertas palabras y frases,
cuándo asisten a una conferencia que entrará mucho más en detalle acerca del
tema en cuestión. Algunas palabras y frases comunes utilizados por los
conferenciantes incluyen:
Vida
después de la muerte
Tercer
ojo
Aura
Otro
lado
Luz
blanca
Contrato
de vida
Presencia
Alma
gemela
Después
de que se tenga una breve introducción sobre estos conceptos, se podrá comenzar
a familiarizarse con la jerga que se encuentra en sus libros, conferencias,
charlas, talleres, seminarios, y lecturas.
De
todas formas, los requisitos previos con los que se debe contar antes de
embarcarse en un sendero metafísico, requieren de dos cuestiones, como ser, en
primer lugar, la creencia en un Dios y en la posibilidad de que exista la vida
después de la muerte. Si algunos de estos dos conceptos no se encuentran
verdaderamente asimilados, muy posiblemente se tendrá el problema de no poder
captar del todo los conceptos de la metafísica.
Pero
también, si una persona tiene una concepción más tradicional de la religión,
esto podría llegar a ser un obstáculo para aprender sobre la metafísica, pues
la metafísica suele tomar rumbos que no son en nada tradicionales para las religiones
establecidas, como por ejemplo en aquellas cuestiones relacionadas al campo de
la espiritualidad.
Lo
cierto es que la metafísica cuanta con una metodología más flexible y con menos
reglas para analizar el espíritu humano, con lo que muchos pueden adentrarse en
ella, con excepción de los escépticos e intransigentes, que muy probablemente
refuten sus conceptos y no puedan ver muchas de las verdades que hay en ellos.