Si
se tiene en cuenta que casi uno de cada cinco de los accidentes de tránsito se
producen a raíz de que el conductor se quedó dormido o manejaba somnoliento,
se puede comprender por qué es tan importante estar bien descansado al momento
de tomar el volante.
De
hecho, se cree que la cifra de accidentes provocados por el sueño podría ser
incluso mayor, pues en muchos choques no se tiene registro del hecho de que el
conductor se haya dormido, con lo que se confunden las causas del accidente con
distracciones de los conductores o fallas del vehículo.
Por
cierto, se necesita una gran educación vial para que se tome conciencia de
esto, pues pese a que muchos conocen el riesgo que representa dormitar mientras
se maneja no son tantos los que efectivamente toman medidas al respecto.
En
efecto, una encuesta independiente llevada a cabo poco tiempo atrás, arrojó
como resultado que más del 60 por ciento de los conductores confesaron haber
manejado con somnolencia, e incluso casi el 30 por ciento admitió haberse
dormido mientras manejaba.
En busca de la prevención
Es
por eso que las autoridades viales están diseñando nuevos planes para prevenir
la gran cantidad de accidentes provocados por el sueño. El más importante, es
el proyecto de incorporar a los costados de las rutas más rumble
strips, es decir los clásicos “serruchos” que hacen un fuerte ruido
cuando el auto pasa por encima de ellos, despertando así a los conductores
semidormidos.
Respecto
al conductor, la principal recomendación que brindan los especialistas, tiene
que ver con el hecho de no madrugar, pues al momento de salir de vacaciones o en
plan de un viaje largo, muchas familias optan por partir a esas horas para poder
llegar temprano y aprovechar el día, pero es justamente en este momento cuando
más cansado se está, y por ende el horario en que mayores accidentes se
producen.
En
efecto se calcula que el 70 por ciento de los accidentes se produce entre las 24
y las 12 del mediodía, muy especialmente entre las 4 y las 6 de la madrugada.
Pero
además de esta medida, los especialistas señalan que existen otras que
absolutamente todo conductor debería tener muy en cuenta para el momento en que
ya se encuentre manejando, especialmente si sufre de apneas de sueño (si usted
ronca, es probable que las sufra) o narcolepsia, condiciones que generan una
excesiva somnolencia diurna y, se calcula, aumentan entre tres y siete veces el
riesgo de sufrir un accidente.
Estas
medidas tienen el objetivo de detectar posibles signos de fatiga, teniendo en
cuenta situaciones que puedan anticipar la posibilidad dormirse mientras se
conduce. Las mismas son:
1.
No recordar los últimos kilómetros recorridos
2.
Desviarse del carril
3.
Tener pensamientos erráticos o inconexos
4.
Bostezar repetidamente
5.
Experimentar dificultad para enfocar la vista o mantener abiertos los ojos
6.
Dar volantazos para mantener el auto en el carril.
En
cualquiera de estos casos, se debería frenar el vehículo en una estación de
servicio o a un costado de la banquina, para descansar durante entre 15 y 45
minutos, así como también para ingerir alguna dosis de cafeína (pero teniendo
en cuenta que la misma tarda casi media hora en entrar al torrente sanguíneo,
por lo que se deberá esperar ese lapso para volver a salir a la ruta).
Por
último, los especialistas resaltan la inconveniencia de muchos métodos
tradicionales que ponen en práctica varios conductores cuando sienten sueño,
como prender la radio, abrir la ventanilla, o pedir charla.
Estas
técnicas, señalan, no pueden prevenir los microepisodios de sueño, es decir
esas décimas de segundo en las que se cierran los ojos y la fatalidad puede
ocurrir. Por el contrario, sólo le
brindan al conductor la falsa y peligrosa seguridad de que podrá seguir
manejando tranquilo.
Por
eso, la única solución frente a los signos de cansancio será parar para
dormir un poco y tomar café.
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