Maneje el estrés, antes que él lo maneje a usted

En el trabajo o en casa, el estrés puede afectarnos y controlar nuestra vida. Pero si ponemos manos a la obra, nosotros somos quienes podemos controlar el estrés. Piense en los factores que le causan estrés y verá cómo con algunos pequeños cambios puede cambiar su vida.

Si se siente estresado en
el trabajo, en su casa o en ambos lugares, será mejor que empiece a controlarlo
antes de que el estrés lo haga con usted. Cuanto más tiempo y energía usted
ponga para manejar su estrés, más saludable y contento se sentirá. Aquí le
contamos algunas maneras de empezar.

El estrés es muy personal y todos
reaccionamos de una manera distinta cuando nos afecta. El impacto del estrés en
nuestra salud obedece de cómo cada uno de nosotros responda antes este padecimiento.
Y esa respuesta depende de usted:

·   Haga
una lista con los cinco principales factores que le causan estrés.
Piense
en su trabajo, en la familia, en las finanzas personales, en la actividad social.
Anote los grandes y pequeños factores de estrés. 

·   Piense
en cómo estos factores lo afectan.
¿Ha tenido problemas
cardíacos o dolores de cabeza? ¿Tiene presión arterial alta o alguna enfermedad
crónica se agrava solo cuando padece estrés? Trate de reducir estos efectos. Seguramente
no podrá controlar todos los factores escritos en la lista. Por ejemplo, la
muerte de un ser querido o la pérdida del trabajo son factores que le provocarán
estrés y será difícil controlarlo. Pero, al menos, sí puede manejar las
reacciones ante los hechos importantes de su vida. 

·   Controle
las cosas que usted pueda.
Hay algunos factores en esta lista que seguramente
usted puede cambiar. Solo decida cuándo empezar. Incluso los pequeños cambios
pueden hacer la diferencia. Tome uno o dos factores e intente con ellos. Por
ejemplo:
– Haga más simple su vida.
– Reduzca el desorden en su casa.
– Delegue algunas tareas hogareñas.
– Pague las facturas una vez por semana, preferentemente el mismo día para que
se haga más fácil para usted.
– Planee con anticipación sus vacaciones, haga un presupuesto y apéguese a él. 

·  
No haga nada que no quiera o no pueda. No
tome un proyecto nuevo si usted ya tiene otras responsabilidades importantes. Tomar
muchas responsabilidades y no poder cumplirlas es más estresante que desechar
el compromiso desde un primer momento.
 

·   No
busque ser perfecto en todo.
Si espera la perfección en
todo lo que usted hace y en los demás se sentirá frustrado. En algunos casos
con hacer bien el trabajo, alcanza.
 

·   Ponga
límites.
En principio, la clave para fijar límites es
delimitar las prioridades. Decida qué es más importante para su familia y hágase
tiempo para llevar a cabo dichas actividades como las comidas familiares, el
tiempo para recreación o bien planear su retiro. Ante todo lo que quede afuera
de esta lista, pregúntese a usted mismo: ¿Qué podría pasarme si no hago tal
cosa? Si usted puede vivir sin ella, entonces sáquela de su lista.