Y es justamente esa característica la que les otorga un gran valor a la hora de trazar líneas familiares a través de fronteras y océanos.
Volver sobre los pasos de los antepasados inmigrantes desde el continente americano hasta Europa, desafía al investigador a encontrar el vínculo con un lugar de origen específico, habitualmente un pequeño pueblo o ciudad en la madre patria._
A fin de conocer esos lazos, tan bien pueden consultarse una variedad de documentos tales como decretos de naturalización, censos y libros que existían previamente a la aparición de los pormenorizados registros de inmigrantes .
Cuando se trata de reconstruir el camino de antepasados oriundos de países en donde la religión predominante es la Católica, por caso Italia, España, México, Francia, Portugal o el sur de Alemania, la búsqueda debería incluir indefectiblemente estas actas matrimoniales, y no limitar la investigación
exclusivamente a la familia en cuestión , sino incluir en ella a los amigos y vecinos de aquellos antepasados, es decir extenderla a todos quienes compartían un mismo lugar de origen.
Casamientos católicos : procedimientos
La propia naturaleza del procedimiento seguido para contraer matrimonio bajo la ley de la Iglesia Católica, obligaba a que los contrayentes fueran católicos bautizados.
Probar que se profesaba la fe Católica requería una investigación por parte de la Iglesia en relación al lugar de origen y a la parroquia a la que pertenecieran el novio o la novia .
La filosofía del sacramento del matrimonio , entendido como el acto que unía dos voluntades libres, encontraba en estos procedimientos de control sobre las uniones que efectuaba la iglesia Católica , una expresión práctica y también protección.
Cada una de estas investigaciones obligatorias realizadas previamente a la consagración del matrimonio, fueran estas conducidas por el párroco local o por el Obispo del Vicariado General, tenían como objeto asegurarse de que ese matrimonio constituía un ejercicio de libre voluntad de ambos contrayentes. En el caso de que la investigación estuviera a cargo del cura párroco local, éste tomaba una declaración de consentimiento a ambas partes , en la que cada uno de ellos afirmaba su deseo de unirse en matrimonio por su propia voluntad, ” espontánea y libremente”.
Impedimentos canónicos para efectuar un matrimonio
El prestigio de la Iglesia Católica como institución era sostenido por el hecho de garantizar que los futuros contrayentes no violaran ningún impedimento impuesto por la ley canónica.
Desde el Concilio de Trento, celebrado en el año 1560, los obispos actuando en el nombre del Papa, podían perdonar o conceder eximiciones en relación con algunos de estos impedimentos. Se permitían por ejemplo, las relaciones dentro del cuarto grado de consanguinidad o parentesco, la omisión de la lectura de las amonestaciones del matrimonio, así como también el hecho de que alguno de los novios no fuera católico ( ya fuera que profesaran cultos distintos o religiones diferentes).
Asimismo, si una de las partes no pertenecía a la diócesis del lugar y por alguna razón el interesado no podía dar una inmediata prueba de que profesaba el catolicismo, (p.e. un irlandés, italiano, español o francés que fuera a contraer matrimonio en una diócesis extranjera), se pedía, previamente al matrimonio, una dispensa al Obispo.
En algunas diócesis, este pedido parece haber sido incorporado a la dispensa de la lectura de las amonestaciones matrimoniales, mientras que en diócesis españolas o latinoamericanas, existía una dispensa especial, llamada “el ultramarino”.
Registros matrimoniales
El origen de un inmigrante puede aparecer mencionado en estos registros, en cualquier etapa del proceso obligatorio que culminaba con el matrimonio, aun cuando las características de esos procesos variaba según los países y las épocas.
Potencialmente fueron creados tres clases de registros diferentes
1. Investigación pre-matrimonial
2 Registro de ingreso a la parroquia
3 Dispensa Matrimonial
Los dos primeros se relacionaban con el matrimonio efectuado por el cura párroco. El tercero se refiere a la solicitud de matrimonio y subsecuente investigación de los futuros novio y novia, investigación conducida por el Obispo a fin de cerciorarse de que no existieran impedimentos para celebrar el matrimonio.
Es en estas Dispensas Matrimoniales en donde con mas frecuencia es posible encontrar el lugar de origen de un inmigrante.
Investigaciones pre-matrimoniales
El proceso matrimonial empezaba con una serie de investigaciones obligatorias realizadas por el cura párroco. Los novios eran interrogados con el propósito de , que si hubiera impedimentos para llevar a cabo el matrimonio, salieran a la luz. Si no había ninguno, se efectuaba un anuncio o amonestación en la parroquia a la que pertenecía la novia, y en caso de que el novio perteneciera a una parroquia diferente y cercana, el anuncio se realizaba entonces, en esta última..
Las amonestaciones matrimoniales eran leídas durante tres días sagrados consecutivos, generalmente los días Domingo, para permitir que si algún miembro de la comunidad conocía la existencia de un impedimento, lo hiciera saber , y objetara la celebración del matrimonio. Si no había impedimentos, los novios podían casarse.
En todas las parroquias católicas, muy poco después del Concilio de Trento, se creó un registro exclusivo de matrimonios.
Cada uno de esos registros contiene una frase de este estilo :
“Teniendo como precedente la información concerniente a la libertad para contraer matrimonio y estado de soltería, y no habiendo ningún impedimento, yo, uno en matrimonio y bendigo….”
Cada proceso matrimonial requería de estas investigaciones previas, a cargo del cura párroco, que confirmaban que los novios cumplían con los requisitos impuestos por la Iglesia Católica.
A pesar de que en muchas parroquias no existían registros escritos de estas investigaciones pre-matrimoniales, las mismas pueden encontrarse en un gran número de iglesias latinoamericanas, en libros o archivos, separados de los registros sacramentales del matrimonio.
En México, estos documentos existían ya a mediados del año 1500 y eran conocidos como “Informaciones matrimoniales” o “Diligencias matrimoniales”.
Registro parroquial de partidas matrimoniales
El Concilio de Trento requería que los curas párrocos llevaran registro de todos los matrimonios celebrados. Las cuestiones respecto del estado marital y lugar de nacimiento o bautismo eran seguidas por las consabidas investigaciones que con frecuencia informan sobre el lugar de origen del novio o la novia.
En general, las parroquias étnicas son probablemente las que en particular, proveen información sobre los lugares de origen de los inmigrantes.
Los curas de las parroquias étnicas pertenecían, las más de las veces a la misma etnia que la feligresía, y por esa razón, pudieron reconocer las diferencias específicas en cuanto a los lugares de origen.
Dispensas matrimoniales
En el caso de que en alguna instancia de la investigación prematrimonial apareciera algún impedimento para llevar a cabo el matrimonio, los interesados debían completar una petición y presentarla ante la curia local o la corte del Obispo, solicitando que se revisara el caso y determinara si el impedimento podía ser perdonado o por el contrario , rechazada la solicitud matrimonial.
Sobre la concesión de dispensas, hay numerosos comentarios escritos en los registros matrimoniales parroquiales.
La minuciosa naturaleza del procedimiento a través del cual se otorgaban las dispensas variaba de un país a otro y de una ciudad a otra.
En las grandes burocracias eclesiásticas de diócesis como las de Toledo, Ciudad de México y San Pablo, hasta principios del siglo XVII, complicados trámites que implicaban peticiones escritas, preparadas por notarios eclesiásticos y testimonios escritos de testigos en la ciudad natal de la novia eran el procedimiento regular.
Tanto en Europa como en Latinoamérica , el motivo de la mayoría de las dispensas fueron consanguinidad y relaciones de afinidad.
En EEUU, en cambio, dos motivos predominantes originaban el pedido de dispensas: que alguno de los novios perteneciera a un culto o una religión diferente y la omisión de la lectura de las amonestaciones matrimoniales.
Quienes realizan trabajos de investigación sobre antepasados venidos de países predominantemente católicos, deberían dirigirse en primer lugar a las actas matrimoniales , una vez allí reunir toda la información posible surgida de cada una de las instancias que conformaban el procedimiento matrimonial.
Un cuidadoso examen de estos registros proporciona muchas veces el lugar de origen de un inmigrante.
Las actas matrimoniales, del mismo modo, pueden darnos una idea sobre las circunstancias que rodeaban a aquellas personas.
Estos documentos, las Actas matrimoniales, realizados en un importante momento de transición en sus vidas personales, reflejan además los cambios que tuvieron lugar en el instante en que aquellos inmigrantes se convertían en parte de la vida en otro país.