Coma bien aunque tenga poco tiempo

Siempre hay posibilidades de comer bien, aun cuando llevemos una vida agitada.

Una
buena dieta hace que el cuerpo soporte mejor el stress. Pero si estamos a las
corridas para agarrar un vuelo o porque estamos llegando tarde a la reunión, lo
último que se nos cruza por la cabeza es que nuestra próxima comida sea buena
y saludable. Siguiendo alguno de los siguientes consejos, podremos aprender a
comer mejor cuando nos encontramos fuera de casa.

En
restaurantes


Los menús
tentadores, las porciones grandes y las atmósferas festivas hacen que sea muy fácil
olvidarse de lo importante que es comer sano. Podemos entregarnos al placer del
diente sin culpas una vez cada tanto, pero si lo hacemos regularmente
empezaremos a ganar peso de manera inexorable.
Por eso, debemos ser inteligentes cuando comemos afuera.

*
Debemos ser cuidadosos al elegir el lugar donde comemos. Hay que evitar los
restaurantes tipo tenedor libre. Aquellos lugares que ofrezcan mayor variedad de
comidas serán siempre la mejor opción. Las comidas asiática o vegetariana
también pueden ser una alternativa. Esto la dará una cantidad de opciones y de
sabores distintos para probar.

* No
coma pan ni manteca. Y para tomar, solamente agua.

* Si
pide una entrada, que sea un caldo y no una sopa cremosa.

* Deje a
un lado las salsas y las comidas fritas. Pida los condimentos para la ensalada
aparte, que no se la traigan ya sazonada.

* Las
comidas al horno, grilladas, asadas o salteadas son las más sanas.

* Si las
porciones que sirve el restaurant son grandes, compártalas o no ordene un plato
principal sino más de una entrada. También puede optar por pedir que le
envuelvan la mitad de la porción para llevar y comerla al día siguiente. Trate
de respetar el tamaño de las porciones que está acostumbrado a comer en su
casa.

* Como
postre, pruebe con un té de hierbas o un café descafeinado. Si le resulta
absolutamente irresistible comer un plato como postre, compártalo con al menos
un comensal más.

*
Siempre que pueda, ordene a la carta. Seguramente será más caro, pero las
porciones serán más chicas en la mayoría de los casos. Y de esta manera,
también será más fácil pedir exactamente el plato que desea y de la manera
que desea.

En
aeropuertos


Los
aeropuertos pueden llegar a ser lugares donde se acumula mucho stress. Pero esa
no es razón para interrumpir su dieta. No coma porque está aburrido o para
pasar el tiempo: hágalo únicamente si tiene hambre. Si siente ansiedad o tiene
tiempo libre, camine un rato. Los aeropuertos suelen tener muchos lugares aptos
para una buena caminata.

* Evalúe
sus opciones para comer. Hay muchas más actualmente de las que había en el
pasado, y las opciones de comer sano también se multiplicaron. Olvídese del
pancho y la pizza y busque lugares que sirvan fruta, sopa, sushi o sándwiches.

* Pida
la comida con antelación. Si durante su vuelo tiene programada una comida, pida
que incluyan items especiales de dieta en ella cuando reserve el pasaje. De este
modo, podrá seguramente optar por platos bajos en calorías o con poca sal, o
platos dietéticos o vegetarianos. Y en el avión, cuando vea venir el carrito
con las bebidas, inclínese por el agua o los jugos en vez de las gaseosas o el
alcohol. Se sentirá mejor al aterrizar.

* Esté
preparado. Lleve su propia comida si sale o llega en horarios en que los puestos
de comida puedan estar cerrados. No es necesario armar una canasta de comidas
como para un picnic. Algunas galletitas, frutas, barras de cereales, cajitas de
jugo y algunos quesos o vegetales a elección serán suficientes para no pasar
hambre.

En
locales de comida rápida


Si la única
opción disponible es la comida rápida, vea en detalle los diferentes menús.
Algunos lugares de fast food tienen comida más sana que otros. Podrá encontrar
sopas, ensaladas, papas al horno y yogures con frutas y cereales. La comida rápida
ya no significa que estamos condenados a hamburguesas que chorrean grasa, papas
fritas y gaseosas. Hoy en día, además de esas existen opciones de menús más
“light”.

En
la oficina


Si sólo
contamos con 15 minutos para comer a las apuradas entre reuniones, debemos
equipar nuestra oficina con algunos elementos:

* Sopa o
avena que se pueda cocinar en un horno microondas

* Pasas
de uva, albaricoques u otro tipo de frutas secas

*
Galletitas o pretzels

* Nueces
y mezclas de almendras, manzanas y albaricoques secos.

* Barras
de cereal

Tenga a
mano los menús de los restaurantes de la zona que tengan servicio de delivery
para cuando tenga que quedar a trabajar hasta tarde o tenga un poco más de
tiempo para comer.

En
el auto


Es
conveniente tener en el auto el mismo tipo de tentempiés que tiene en su
oficina. Vienen como anillo al dedo cuando el único tiempo disponible para
comer que tenemos es cuando viajamos de un lado al otro.

En
casa


Las mañanas
y las tardes –luego de regresar del trabajo– son horarios muy críticos en
muchos hogares de hoy. Hacerse el tiempo para comer bien puede ser todo un desafío.
No salga nunca de su casa sin haber tomado un buen desayuno. Un poco de cereal
fortificado con leche, una banana o un pastelito de bajas calorías puede
significar un buen comienzo de día. Incluso puede llevar barras de cereal
encima para ir comiendo mientras llega a su trabajo, para terminar de lograr un
desayuno más completo.

Deslices

A veces
no podemos evitar algunos deslices. O bien comemos de más, o elegimos comidas
no tan sanas porque lucen bien, porque estamos cansados, o simplemente porque
tenemos ganas de comerlas. Pero comer sano va más allá de un capricho
eventual, es un objetivo a largo plazo. Si sabemos positivamente que una de las
comidas que ingerimos no era sana, asegurémonos de que la próxima lo sea. Si
comemos mucho un día, al día siguiente deberemos bajar las cantidades para
compensar. Y a esto se lo debe complementar con actividad física. Por lo menos
durante 30 minutos, cinco veces por semana o más. Siguiendo estas indicaciones,
podremos mantener exitosamente nuestro peso y gozar de buena salud.