Muchos aseguran que ¨las plantas de interior deben vivir a la
sombra, no toleran el sol¨. Pero esto no es correcto, al menos no del todo.
Algunas de estas ¨plantas de interiror¨ necesitan de la luz solar para lograr
su máximo esplendor.
Si se mantienen permanentemente a la sombra, cualquiera de
estas plantas crecerá de forma lenta, con hojas pequeñas y las verá como ¨tristes¨. Todas ellas requieren por día un poco de luz solar directa para
revitalizarse.
La cantidad de luz y cómo esto las afecta depende de la especie. Por ejemplo,
las que tienen hojas amarillas necesitan hasta tres horas diarias de sol para
conseguir un color vivo.
Las que tienen hojas azuladas no toleran la luz solar. Las de hojas verdes
prefieren que la luz les llegue de forma indirecto o, si de forma directa,
apenas una o dos horas.
Pero aquellas que tengan algo de amarillo, color crema o blanco necesitan de luz
directa o usted verá cómo las hojas van perdiendo el color.
Si
riego mis árboles durante todo el otoño, sin importar que lo haya descuidado
durante el verano, va ayudar a que sobrevivan mejor el invierno.
Lejos de la verdad y tal vez algo
peligroso para su árbol. Es cierto que los árboles necesitan reservas de agua
para enfrentar las heladas de los inviernos pero si usted ha sido descuidado
durante la primavera y el verano poco va a poder hacer en una sola estación.
Durante las estaciones de crecimiento (primavera, verano) es cuando usted debe
proveer de agua fresca a sus árboles (esto siempre contando que son árboles
ornamentales, o de no más de un año de edad).
Seguramente será mejor que no proveerlo de nada de agua pero debe ocuparse de su
árbol durante todo el año y no contar con este mito porque eso afectará su
crecimiento.
Su dedicación permanente es lo que asegurará que su árbol crezca alto y fuerte,
con un sistema de raíces profundas que le permita almacenar humedad para
enfrentar el invierno.
Cuando le recomienden que use fertilizante orgánico, que es mejor,
sepa que está escuchando un mito que tiene poco de cierto.
Las plantas
necesitan principalmente de tres nutrientes: nitrógeno (N), fósforo (P), y
potasio (K). Y estos tres elementos se encuentran en igual medida y forma tanto
en los fertilizantes orgánicos (aquellos que son producidos a partir de materia
prima que se encuentra en su estado natural) como en fertilizantes químicos
(producidos a partir de químicos).
La diferencia no se expresa en el crecimiento de la planta sino en los costos de
producción de cada uno. Uno es más caro para su bolsillo y otro para el
ecosistema global.
Si alguna vez le dijeron utilice ramas de su árbol de navidad para
proteger su jardín durante el invierno, sepa que es mentira.
Es sólo cuestión de sentido común. Hagamos cuentas. Los árboles de navidad que
solemos comprar miden entre dos a tres metros de altura. Para proteger nuestro
jardín debemos crear con las ramas del árbol una cerca de al menos metro y
medio, dos metros de altura.
Porque si no es lo suficientemente alta no tendrá
ningún efecto contra los vientos helados del invierno.
Ahora hagamos cálculos: con un árbol que mide a lo sumo tres metros de altura,
¿qué porción de nuestro jardín podremos cubrir? Con algo de suerte podrá
proteger un área de tres metros cuadrados.
Además del esfuerzo de mutilar al pobre árbol, usted no habrá conseguido más que
acumular decenas de ramas que estarán secas para entonces. Ramas que no podrá
utilizar para otra cosa que basura porque son demasiado grandes para ser
aprovechadas para otra cosa.
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