¿Qué es la gerontología?

La Gerontología es definida como la ciencia que estudia el envejecimiento en todos sus aspectos, e incluye las ciencias biológicas y médicas, psicológicas y sociológicas; además de la aplicación del conocimiento científico en beneficio del envejecimiento y de los adultos mayores.

Por
Lic.
en Gerontologia Claudia C.I.Villamil

     
         
Lic. en Gerontologia Maria Noel Montañez
        
Fundacion Gerontologica Argentina
*

Etimológicamente
la palabra gerontología proviene del vocablo griego geron, gerontos/es o los más
viejos o los más notables del pueblo griego y del vocablo logos, logia o
tratado, grupo de conocedores. Etimológicamente gerontología se refiere a la
disciplina que se ocupa del estudio o conocimiento de los más viejos.

Parece
que el término gerontocracia, con el que se describía en la Grecia antigua al
gobierno controlado por los ancianos pudiera haber sido el término precursor.
Los espartanos capitalizaban la experiencia de los ancianos. Los Gerontes
era un consejo de 28 hombres que pasaban de los 60 años y controlaban el
gobierno de la Ciudad-Estado.

En
1903, Michel Elie Metchnikoff (1845-1916) sociólogo y biólogo ruso, sucesor de
Pasteur y Premio Nobel de Medicina y Fisiología en 1908, propuso a la
Gerontología como ciencia para el estudio del envejecimiento, ya que según él
“traería grandes modificaciones para el curso de este último período de
la vida”.

Por
su parte, el término geriatría fue
acuñado por Ignatriusl Nascher en su obra presentada en 1907 en la Academia de
Ciencias de Nueva York titulada “Geriatría,
las enfermedades de los ancianos y su tratamiento.”
Este eminente pediatra
norteamericano y fundador del primer departamento de Geriatría
en los EE.UU., en el Hospital Mont Sinai de Nueva York, explica en esta
publicación, que el término también es derivado del griego Geron = Viejo e
Iatrikos = tratamiento médico. Entonces si bien el año 1860 -en que Abraham
Jacobi dictó la primera clase de Pediatría- es una fecha importante, también
1909 lo es para la Geriatría.

La
gerontología se ocupa del viejo (como individuo envejeciente), de
la vejez y del proceso de envejecimiento. Cuando establecemos como objeto del
estudio al viejo, generalmente, focalizamos a aquel que sufre de ciertas
dolencias, por esta razón, con frecuencia, la gerontología se ve reducida al
estudio de la vejez deficitaria. La vejez como un estado del individuo supone
una etapa de la vida: la última. Finalmente el envejecimiento es un largo
proceso que ocurre, si lo vemos desde una amplia perspectiva, desde la concepción
hasta la muerte.

Aunque
el interés por los cambios que ocurren con el envejecimiento pueden rastrearse
hasta tiempos de Aristóteles, su estudio sistemático y científico es
relativamente nuevo.

La
biología del envejecimiento tiene una historia reciente, prácticamente
iniciada en el presente siglo. En efecto, uno de los primeros estudios
publicados sobre el tema data de 1904, cuando Mechnikov -Premio Nobel de
Medicina- expone una teoría del envejecimiento e introduce por primera vez el término
de gerontología. En tanto, el término geriatría
aparece por primera vez en Estados Unidos en 1909, en la obra de I. L. Nacer, Geriatrics:
the diseases of olda age and their treatment
.

Ahora
bien, aunque ambos términos nacen en un ámbito eminentemente científico, biológico,
actualmente su acepción es mucho más amplia.

Geriatría
y gerontología son frecuentemente confundidas, y utilizadas
indiscriminadamente.

Etimológicamente
vejez- derivado de viejo- procede el latín veclus, vetulusm, que a su vez,
viene definido por la persona de mucha edad. Así que todos estos fenómenos
(viejo, vejez y envejecimiento), en principio, hacen referencia a una condición
temporal y concretamente a una forma de tener en cuenta el tiempo y la
consecuencia del tiempo en el individuo, es decir, a la edad.

La
pregunta esencial que primero deberemos responder es la siguiente: ¿Cuándo una
persona es calificada como  vieja?

No
es nada fácil responder a esta pregunta pero con frecuencia se considera que es
la edad cronológica del individuo la que marca la vejez. Con base en la edad
cronológica, B.Neugarten  (socióloga
norteamericana de gran renombre) establece dos categorías de vejez: los jóvenes
viejos, que abarcaría de los 55 a los 75 años y la de viejos viejos que se
situaría  a partir de los 75 años.
Riley (1988) modifica los rangos de edad de estas dos categorías y considera
que los jóvenes viejos son aquellos entre los 74 y 76 años, los viejos viejos
los situados entre los 75 y 85 años y considera a los mayores de 85 como los
viejos más viejos.

En
todo caso, las clasificaciones con base en la edad cronológica nos dicen muy
poco respecto a la forma de envejecimiento, son mucho más atractivas aquellas
que hacen referencia a como se envejece, lo cual, a su vez, aparece muy ligado a
la edad funcional.

El
reconocimiento de que los adultos viejos son diferentes de los adultos jóvenes
no es ninguna novedad. Prácticamente desde que hay evidencia de la existencia
humana, hay evidencia de dicho reconocimiento. Las evidencias históricas
subrayan ante todo una diferenciación cultural y social antes que
biológica.

Así,
de acuerdo con estas definiciones, el estudio del envejecimiento social es gerontológico,
en tanto que el del envejecimiento pancreático es geriátrico. Las actitudes socioculturales, las manifestaciones en
el arte y la historia del envejecimiento, forman parte de la gerontología.
Las políticas económicas y los servicios asistenciales hacia los ancianos
también.

Considerar
que la pérdida de la memoria es normal en los ancianos es un mito viejista,
las caídas son más frecuentes en los ancianos institucionalizados 
y son un indicador de fragilidad;
la mayoría de los ancianos son funcionales y las mejores estrategias de tratamiento incluyen el
trabajo con los cuidadores primarios
del anciano. 

“Lo
crucial para un buen envejecer, consiste en poder sobrellevar la discordancia
entre lo que se es y lo que se parece. Poder aceptar que uno se siente joven
pero que el cuerpo envejece. Si no fuera por esa discordancia, uno se olvidaría
de la finitud.

El
trabajo preventivo en aras de una vejez normal deberá permitir anticipar desde
edades más jóvenes la elaboración que posibilite un envejecimiento gradual y
que evite la irrupción siniestra de la vejez”. (Dra. Graciela Zarebski).

Irrumpir
siniestramente es pensar en patologías que llevan a la invalidez no solo física
sino también psíquica y social.

Existen
innumerables patologías que surgen en esta etapa de la vida, la mayoría de
ellas se pueden prevenir, como por ejemplo las caídas que conllevan un alto
precio a la salud pública porque sabemos que caerse es quebrarse la cadera,
caerse es la consecuencia de una fractura psíquica y física, es ingresar y
egresar de un hospital varias veces, con altos costos que no solo alcanzan al
viejo sino también a la familia, a la comunidad en general.

Hoy
la salud pública sufre los altos costos de la falta de prevención.

Prevenir
es tomar conciencia, prevenir es brindar información, es colocar un pasamanos,
es también iluminar adecuadamente el hogar, es fomentar el respeto social, es
evitar el aislamiento y la soledad.

Es
por ello que consideramos necesario promover desde las ONG`s, las Instituciones
todas, el autocuidado, la actividad física, la autonomía, el protagonismo ante
todo, ya que ser viejo es parte del camino a recorrer que en definitiva es la
vida misma.

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