Al
principio fue el verbo…
Al
principio algún encuentro casual, luego un llamado y una cita formal. Otras
salidas: cines, teatro, cenas…
Luego, presentarlo a nuestros amigos y de repente tenemos novio o novia y la
relación pasa a ser ¨seria¨. Una metamorfosis que parece ser gradual y sin
sobresaltos, no siempre es así. Para que una relación sea
¨seria¨ debe cumplir requisitos impuestos por uno mismo.
Muchas veces se habrá encontrando diciendo ¨No, esta no es una relación seria
porque…¨ ¿Por qué?
Satisfacciones…Decepciones…Diversión…
Escriba
una lista de las cinco características que quiere que tenga su pareja. Tenga en
cuenta que deben ser las necesarias para construir una relación a largo tiempo,
alguien con quien viviría o se casaría.
Observe a su pareja actual para ver si da pruebas de tener estas características.
Limítese a un tiempo determinado, tres meses por ejemplo, para que cumpla sus
expectativas.
Tal vez puede calificar en qué grado ha satisfecho los requisitos. Si hubo
alguna decepción, también anótela, aunque haya sido mínima.
Las decepciones son inevitables, normales e incluso deseables. Si nuestra pareja
se comportara exactamente como lo deseamos todo sería más aburrido.
Lo que debe preguntarse es si esto puede ser una dificultad insalvable para una
relación a largo plazo.
Recuerde que su pareja puede estar haciendo su propia lista, imagínese qué
características podrían ser y si usted las tiene y las hace realidad en su
vida cotidiana.
De esta forma, sabiendo qué es lo que puede molestarle a su pareja y qué es lo
que le molesta a usted, podrán resolverlo o no pero sabrán con qué deben
enfrentarse para seguir construyendo la relación.
Ahora que sabe algo más de su relación, tal vez quiera volverla ´seria´,
comprometida. Sepa lo que va a decirle a su pareja para dar este gran paso y que
la construcción de algo ´serio´ toma su tiempo.
Consulte con sus amigos al respecto, ellos por estar fuera de la relación tendrán
una visión más objetiva.
Considere la posibilidad de una respuesta negativa o a un pedido de prórroga
(“dame tiempo para pensarlo”) y recuerde que ninguno de los dos casos
son para mal. Si se encuentran bien como están, tal vez la relación está
destinada a permanecer así.
Tal vez ni siquiera quieran cambiarla. Las relaciones que se basan en la diversión
y pasarla bien también son parte de la vida.
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