Vibradores

Una guía para que te den el máximo placer

En realidad cualquier cosa puede
ser utilizada como un “juguete sexual”, siempre y cuando esté bien aplicada y
no transmita enfermedades. Cada elemento que se use como un juguete sexual debe
reunir las condiciones mínimas para realmente cumplir esa función. Los juguetes
más populares pueden incluir comidas, bolas anales, aceites, lociones
masajeadoras, ropa interior, vibradores, cuero, cuerdas, bufandas, corbatas,
etc.

En realidad usar algún juguete
sexual sirve para encontrar una nueva forma de excitación en la pareja y para
probar variantes a la hora del sexo. Cuando uno supera el miedo inicial a usar
este tipo de juguetes, podrá disfrutar mucho de esta nueva experiencia.
Obviamente hay una etapa de acostumbramiento de ambos hasta que se familiaricen
con estos objetos.

Algunos hasta prefieren primero
familiarizarse solos con el juguete, y una vez que lo logran recién ahí
compartirlo con su pareja o con otras personas con quienes jamás pensó que lo
iba a hacer, pero al tener seguridad usted lo podrá compartir sin vergüenza
alguna. En realidad esto es un asunto privado entre usted y su juguete.

EL VIBRADOR

El famoso juguete conocido como
vibrador no es de uso exclusivo del género femenino. Cualquier persona puede
disfrutar de un juguete que vibre. Estos objetos agregan una sensación
diferente a la hora del sexo. Producen un estímulo mucho más intenso del que
una persona pueda brindar oral o manualmente.

Como se sabe, el cambio de movimientos y velocidad es muy importante en el
sexo, y que mejor y más fácil manera de hacerlo que usando un vibrador.

Mucha gente tiene miedo de
utilizar este juguete sexual porque se preguntan si una vez que le gusta el
vibrador y llega rápido al orgasmo, después podrá lograrlo sin su utilización.
La respuesta es sí. Lo primero que hay que aprender es cómo llegar al orgasmo.
Luego hay que habituar al cuerpo a lograr un orgasmo con sólo ser tocado o
estimulado sin ningún elemento extra. En 
definitiva un orgasmo es un orgasmo y cualquiera lo puede obtener con o
sin vibradores.
En realidad, usar un vibrador sólo agrega una forma alternativa de llegar al
orgasmo. No por esto usted perderá sensibilidad al tacto de su pareja. El
vibrador no es mejor o peor que el pene del hombre. Solamente agrega otra
variante más para el disfrute sexual.

Es una elección personal. Como algunas personas prefieren el sexo anal más que
el sexo oral, u otras prefieren el sexo “normal” al sexo “alocado”, hay muchas
personas que prefieren la utilización del vibrador. Eso depende de cada uno.

El sexo es como la comida, si no
la probaste ¿cómo sabes si realmente te gusta? Lo importante del sexo es no
aburrirse y el cambio es importante, por eso hay que probar variantes y el
vibrador es una más entre las miles que hay en el mundo sexual. 

Mientras usted juegue con el
vibrador también es importante la atmósfera y el clima que se cree, para lograr
una mayor concentración en lo que esté realizando. Puede bajar las luces,
taparse con las sabanas o no, poner música suave o fuerte, estar totalmente
solo o con su pareja, etc. Es importante que usted sepa cuales son las mejores
formas para que usted se sienta confortable. Eso varía de persona en persona.

Poder crear una atmósfera
determinada puede modificar su humor. También puede sentirse confortable o excitarse
más mientras lee un libro, mira una película o simplemente habla con su pareja
de manera “caliente”. 

La respiración es muy importante.
Respire profunda y pausadamente. Fíjese como la respiración puede cambiar su
estado de excitación.
Cambie su posición en la cama, pruebe diferentes posturas: totalmente acostada,
de rodillas, con las piernas arriba, parada, etc. Cambie la posición y la
velocidad con la que su pareja la toca con el vibrador. Váyase fijando cual es
la manera más satisfactoria para su pareja y para usted. Eso va a depender de
cada persona.

Algunas prefieren que el vibrador toque directamente sus genitales, otras no.
Una vez que encuentre la posición y la forma hágale saber a su pareja cual le
resulta más excitante. Usted incluso puede ir variando día a día. Eso es lo
interesante del sexo. Y si en un principio no consigue tener un orgasmo no se
preocupe, porque la base de sentir placer no es tener un orgasmo sí o sí, sino sentir
placer al hacerlo. Tener un orgasmo es sólo una fase del placer, pero acuérdese
de todas las anteriores. Una no es mejor que la otra, solamente son diferentes.
En la variedad se encuentra el verdadero placer.

El clásico vibrador es el que tiene forma de pene y la mayoría están hechos de
plástico. Éste viene con pilas recargables y a la mayoría de la gente que lo
usa le parece un elemento que brinda mucho placer. El único defecto que tiene
es que la mayoría de las pilas tienen una corta vida de uso, y el aparato puede
dejar de vibrar mientras usted lo este utilizando.
Existen otros más caros que traen batería recargables que duran más. Pero si
usted recién empieza a conocer este mundo con uno barato y a pilas le será
suficiente. Ahora, si a usted le gusta mucho y lo considera un elemento
indispensable a la hora de tener sexo, lo recomendable es adquirir uno mucho
más caro.

Estos últimos vibradores tienen
una vida útil mucho más extensa que los otros. Hasta algunos también se pueden
enchufar en las paredes. La mayoría de los vibradores son largos y delgados, y
vienen con una bola suave en la cabeza, que generalmente es la que causa el
mayor placer. Generalmente vienen con dos velocidades. Esto permite un estímulo
más preciso, dependiendo del gusto de cada persona. Si le gusta más rápido o
más lento. 

Existen otros con cabezas desmontables e intercambiables, desde más suaves
hasta las más duras, para poder experimentar diferentes sensaciones. Estos son
los más caros del mercado, pero son de un material muy bueno y raramente dejan
de funcionar.

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