Aquélla
mujer creía que era su gallo al cantar el que hacía que el sol saliera.
Llegó a esta conclusión porque cada mañana, con toda precisión, en
cuanto su gallo cantaba, el sol aparecía en el horizonte.
Pero ocurrió que un día tuvo un pleito con unas vecinas y se mudó a vivir con
su hermana en un pueblo lejano. Al día siguiente, cuando el gallo empezó a
cantar, ella supuso que ahora el
sol salía donde ella estaba mientras que en su aldea sus “enemigas”
seguramente seguían a oscuras.
Por eso le extrañó que no vinieran a suplicarle que regresara con su gallo. Lo
atribuyó a la estúpida arrogancia de aquellos ignorantes que seguramente
preferían vivir en la oscuridad a pedirle perdón.
¿Absurdo? Usted y yo lo sabemos.
Es lo que los expertos llaman “paradigma”. Es decir, una creencia que sirve
como marco de referencia para actuar en determinada forma.
¿Cree
usted que solamente la gente ignorante se equivoca con sus “paradigmas”?
Permítame entonces darle este otro ejemplo: Darryl F. Zanuck, director de la
compañía cinematográfica 20th Century-Fox, en 1946 expresó:
“La televisión no podrá conservar ningún televidente que capte después de
los primeros seis meses. La gente se cansará de ver una caja todas las
noches”. Se sorprendería al saber que el problema de hoy en día es que la
gente pasa demasiado tiempo frente a sus televisores.
¿Cuál
será su paradigma? Hay estudiantes
que aseguran que “detestan las matemáticas”, tan solo porque no se han
interesado en ellas.
¿Piensa que usted no puede hablar en público?
¿Está convencido de que no puede llevarse bien con su jefe?
¿Cree realmente que en “este país” no se puede triunfar y
por eso sueña con irse “de mojado”?
¿No puede hacer absolutamente nada para mejorar su economía?
¿Está de acuerdo con muchos en que hay que ser tramposo para triunfar?
¿Para usted la lealtad está pasada de moda?
Lo
que creemos nos hará actuar en consecuencia, y reforzará nuestras ideas por
absurdas que sean. Será mejor que llenemos nuestros pensamientos de “si
puedo”, “soy capaz”, “soy animado”, “son digno de dar y recibir
amor”, “vale la pena vivir”, “Dios es más grande que cualquier problema
que yo tenga”, etc., etc.
LO
NEGATIVO: Llenarnos de paradigmas negativos.
LO POSITIVO: Sustituirlos por aquellos que nos ayuden a
triunfar.
Y
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