Revelado de fotografías en blanco y negro

Es algo casi mágico. La imagen va apareciendo de a poco y esa sonrisa que existía en la vida real ahora se dibuja en la realidad del papel. Una experiencia que todos deberían vivir.

Antes que nada
debe conseguir todos los elementos necesarios: un cuarto oscuro con luz de
seguridad (lámparas rojas diseñadas especialmente, pintada del lado interno y
del externo), un ampliador, papel de copiado en blanco y negro (de 8 por 10
pulgadas en lo posible), tres bandejas con revelador, stop o detenedor (ácido
acético) y fijador y tres pinzas de fotografía. 

Otras herramientas
que pueden resultarle útiles son un timer, una plataforma de ampliación o tabla
de ampliación y un foco de ampliación. Siempre verifique que el cuarto oscuro
está debidamente aislado de toda fuente de luz. 

Prepare el
revelador, el stop o detenedor y el fijador según las instrucciones. Es muy
importante que respete todas las proporciones, volúmenes y temperaturas. 

Es necesario que
antes de hacer la impresión verifique el tamaño de la imagen en la tabla de
ampliación o en un rectángulo blanco. 

Asegúrese de que
no ha quedado polvillo sobre el negativo pasándole un secador de pelo que tire
aire frío. Coloque el negativo en el ampliador con el lado brillante hacia
arriba. 

Apague la luz de
seguridad y abra del todo el lente para lograr la imagen más brillante. Luego
enfoque hasta conseguir algo de nitidez. 

Para
agrandar la imagen mueva el ampliador hacia arriba, para achicarla deberá
moverlo hacia abajo. Con cada movimiento será necesario que vuelva a enfocar. Cuando
encuentre el tamaño correcto enfoque con la mayor precisión posible. Recuerde
que es ampliar una zona determinada de la imagen, es decir, no toda la imagen
debe quedar dentro del rectángulo del papel para revelar. 

Configure
el ampliador en f8 (cantidad de luz que dejará pasar). Tome un papel
fotográfico y córtelo en seis o siete tiras. Coloque una en la tabla de
ampliación y guarde el resto en el paquete. 

Tenga
a mano una tira de cartulina blanca o algo que pueda bloquear la luz. Exponga la
tira a 8 segundos y luego coloque la cartulina de forma que cubra un cuarto de
la tira, luego de otros ocho segundos cubra hasta la mitad, luego de otros 8
segundos hasta los tres cuartos y luego de ocho segundos apague el ampliador. 

Deje
la tira un minuto y medio en el líquido revelador, quince segundos en el stop y
treinta segundos en el fijador. Déjela colgando unos minutos y luego examínela
bajo una luz normal. 

Verá
que hay cuatro franjas de diferentes tonos de grises, cada una
correspondiente  8, 16, 24 y 32 segundos
de exposición. Si todas son demasiado oscuras deberá probar con el ampliador en
f16 y hacer todo el proceso nuevamente con otra tira de prueba.

Si
ninguna de las franjas le parece adecuada y cree que el tono que está buscando
se encuentra entre dos de las franjas, tal deba volver a probar con tiempos
menores (6, 12, 16, 24). 

Una
vez que haya encontrado el tiempo de exposición preciso para el tono que está
buscando, encuadre y enfoque la imagen y coloque una hoja entera de papel
fotográfico en la tabla de revelado y haga la impresión. Existen timers que se
pueden conectar al ampliador para que lo enciendan y apaguen de forma
automática. 

Luego
coloque la hoja en la bandeja de revelado por un minuto y medio, en la bandeja
de stop por quince segundos y dos minutos en el fijador. 

Lave
la hoja en agua corriente por dos o tres minutos y luego cuélguela para que se
seque.

Si
tiene un secador de fotografías puede acelerar el proceso. 

La
fotografía que ha obtenido es una impresión de prueba. Deberá intentarlo muchas
hasta conseguir una impresión profesional, muchas veces serán necesarios
diferentes tiempos de exposición para diferentes sectores de una misma imagen.

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